Pablo Cabañas Díaz
Los vínculos entre la política y el narcotráfico han sido parte nuestra historia enmascarada. Baste señalar, como ejemplo el asesinato del gobernador de Sinaloa Rodolfo T. Loaiza, acontecido en las primeras horas del 21 de febrero de 1944, mientras se encontraba en los festejos del carnaval de Mazatlán. El mandatario se encontraba en el patio del hotel Belmar celebrando como cualquier otro mazatleco. Hombres y mujeres iban y venían por todas partes, muchos de ellos portaban el antifaz de carnaval. Fue por lo que nadie prestó atención alguna a aquel hombre alto que sigiloso se deslizaba entre la gente hasta la mesa donde se encontraba. Al estar muy cerca de éste, el enmascarado sacó una pistola y le disparó.
Un testigo brindó la siguiente versión de los hechos. El gobernador Loaiza estaba sentado con sus amigos en una mesa en el patio del hotel Belmar cuando comenzaron a dispararle. Tres compañeros se unieron al asesino y huyeron a través del lobby disparando. Dos turistas y otros fueron heridos. Los pistoleros huyeron en un automóvil. Se llamó a sesión especial del congreso para nombrar un gobernador provisional y el carnaval, uno de los atractivos turísticos más célebres de México, fue cancelado por las autoridades de la ciudad.
Luego de su captura, casi un año más tarde, el homicida fue trasladado a la ciudad de México. Dos días después tuvo una reunión a solas de más de una hora con el secretario de la Defensa Nacional, general Lázaro Cárdenas. No negó haber sido el autor material del asesinato, pero acusó al general Pablo Macías Valenzuela, gobernador de Sinaloa (1945-1950) y ex secretario de Guerra y Marina (1940-1942), de haber sido el autor intelectual. Tres años y medio después del asesinato del mandatario sinaloense, El Gitano concedió una entrevista al periodista estadounidense Edward H. Knoblaugh. En el desarrollo ese encuentro sin vacilación Valdez confesó haber sido él quien mató al gobernador Loaiza. ― ¿Por qué lo mató? le preguntó Lázaro Cárdenas. La respuesta fue directa, sin tapujos: ―Maté a Loaiza porque el general Macías Valenzuela, me ordenó hacerlo.El Gitano, fue presentado como el autor confeso del crimen, mientras corrían con fuerza los rumores de que Pablo Macías, el gobernador que había remplazado a Loaiza, estaba implicado en el asesinato. Sin embargo, el gobernador Macías tenía prestigio, relaciones e influencia. Rodolfo Valdez se entregó a las autoridades en 1947 y fue condenado a 26 años de prisión. Una vez en la cárcel, confesó casi todos sus crímenes, incluido el asesinato de Rodolfo Loaiza, que implicaba a poderosas familias, políticos, militares y opositores sinaloenses. Poco tiempo duró la prisión, ya que se fugó en 1950, dedicándose de nuevo al asesinato y a la venta de drogas. Murió el 15 de agosto de 1963, cuando iba a cumplir 60 años.