lunes, marzo 18, 2024

OTRAS INQUISICIONES: T-MEC

Pablo Cabañas Díaz

El reciente Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) ha puesto en la agenda pública temas fundamentales, como la situación del sector manufacturero, la necesidad de desarrollar nuevos proveedores, la transformación en la cadena de suministro y la relación comercial con China, entre otros. El Parlamento canadiense ha estado expectante a las modificaciones negociadas en los últimos meses, centrados en las objeciones de los demócratas estadounidenses, liderados por la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosy, donde son mayoría legislativa. En Estados Unidos, el texto legislativo del TMEC podría ser sometido a votación antes del 20 de diciembre próximo, previo al receso de Navidad y del arranque formalmente de la campaña a las presidenciales. Se trata en todo caso de una fecha tentativa, ya que la Casa Blanca debe elaborar la propuesta para transmitirla a la Cámara de Representantes para el 15 de diciembre. La adopción después en el Senado será un trámite.

A la hora de juzgar el éxito del nuevo acuerdo, tanto desde el lado mexicano como desde el canadiense coinciden en señalar que no hay que comparar los resultados del acuerdo con las expectativas que se podían tener al inicio de la negociación, sino más bien  con evitar la pérdida de mercado, de generar un clima favorable a los negocios y de oportunidades de crecimiento y empleo.

En lo que concierne a procedimientos y formalidades es importante señalar que, independientemente del sector o línea de negocio, hay nuevas disposiciones de procedimientos que afectarán o beneficiarán a los usuarios del T-MEC. Entre estas se encuentran la autocertificación del origen de los bienes por parte del importador. Sin embargo, la certificación de origen no podrá ser emitida con base en el “conocimiento” de que un bien califica como originario, solo  se certificará un bien con base en la información, soporte y documentación.

Este nuevo acuerdo comercial ha dado a conocer procedimientos de verificación más robustos, incluyendo la posibilidad de que los proveedores de materiales puedan ser sujetos de verificación de origen. En el nuevo T-MEC sufrieron diferentes modificaciones por sector específico de la industria, y es precisamente dependiendo de la modificación que se puede determinar si el sector se vio beneficiado o perjudicado. Algunos de los sectores que se pueden considerar perjudicados con reglas de origen más estrictas y que requerirán efectuar análisis integrales y evaluación de sus procesos son: automotriz, textil y confección y manufactura de televisores. En contraste, algunos de los sectores que se podrían considerar beneficiados, en el sentido de dar mayor flexibilidad para el cumplimiento de las reglas de origen para la aplicación de preferencias arancelarias, son los sectores químico, farmacéutico y refresquero

Washington aspira a que el TMEC se convierta en un modelo de acuerdo que sirva de base para futuras negociaciones comerciales. Este acuerdo ha buscado avanzar en tres elementos clave: el «reequilibrio» de las relaciones comerciales de Estados Unidos, la inclusión de nuevas cuestiones propias del siglo XXI, como la propiedad intelectual o el comercio digital, y la lucha contra prácticas comerciales desleales. En este tratado queda ya plasmada, sin ningún tipo de resquicio a la duda, la voluntad por parte del presidente  Donald Trump de convertir al comercio en su principal herramienta de política  exterior.

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