viernes, enero 17, 2025

OTRAS INQUISICIONES: Silvia Pinal: La última diva

Pablo Cabañas Díaz.

Con la muerte de Silvia Pinal (1931- 2024) se fue la última diva de la Época de Oro del Cine mexicano. Sus últimos años fueron dolorosos física y emocionalmente para ella. En diciembre de 2023, fue ingresada de emergencia tras contraer influenza y pasó las fiestas navideñas en el hospital. En 2021 se contagió de Covid-19, por lo que fue trasladada de urgencia; posteriormente, en enero de este año, volvió a visitar el hospital debido a una arritmia cardiaca, además de una presión arterial baja.

 

Cuando apenas tenía 17 años, hizo su debut en el cine con la película: Bamba, pero la experiencia no fue como ella lo había imaginado, el productor Miguel Contreras Torres la tachó de bruta y estúpida, porque no podía llorar en escena. “Fue muy grosero conmigo ese viejo horroroso. Me regañaba mucho, digo, yo estaba muy verde, lo reconozco, pero de eso a que me gritara y regañara, era por ser violento”, recordó en una entrevista de 2019. Esa “bienvenida” sólo la impulsó en su carrera. En su larga trayectoria logró más de 100 producciones en cine y televisión, sin contar teatro.

 

Su gran oportunidad llegó con la película Un extraño en la escalera (1954), del director argentino Tulio Demicheli. En esa cinta, no sólo logró su internacionalización puesto que fue enviada al Festival Internacional de Cine de  Cannes, sino que encontró el personaje más adecuado para ella, aquel con el que logró atraer a una gran cantidad de público en taquilla y que garantizó en adelante el éxito de la mayoría de sus trabajos actorales. Silvia interpretó a una secretaria, rubia y de cabello muy corto, que coquetea y pone en aprietos a su jefe y a un compañero de trabajo, Arturo de Córdova.

 

Entre 1954 y 1959, Silvia filmó diez películas con Tulio Demicheli, el realizador con quien más trabajó y el que logró sacar el mayor provecho de sus personajes. Por orden de producción, estas diez películas son: Un extraño en la escalera (1954), Locura pasional (1955), La adúltera (1956), Dios no lo quiera (1956), Préstame tu cuerpo (1957), Una golfa (1957), Desnúdate Lucrecia (1957), El hombre que me gusta (1958) y, para España, Las locuras de Bárbara (1958) y Charlestón (1959).

 

Estos filmes son de calidad desigual; sin embargo, los personajes que la Pinal interpretó marcaron claramente una tendencia por el melodrama y la comedia romántico-musical; el primero de estos géneros, ampliamente explotado por el cine mexicano, abrió paso de manera más contundente a la comedia romántico-musical, género poco explotado en México, pero que para la década de 1950 comenzó a tomar mayor forma y mayor presencia en pantalla. A mediados de la década de 1950, Silvia Pinal se colocó como una de las mejores y más taquilleras actrices del cine mexicano, sus trabajos en la industria fueron ascendentes y cada vez más se le requirió para nuevas y populares cintas.

 

Se concentró en la comedia, donde además de realizar algunos números musicales, desarrolló al máximo su inquietante sensualidad, sofisticación y belleza. En 1958, Silvia Pinal fue requerida de nuevo por Tulio Demicheli para filmar en España la película Las locuras de Bárbara. Ahí ejecutó varios números musicales, al igual que en Charleston (1959), filmada a colores, y fue su último trabajo juntos.  En esos años Silvia Pinal –estuvo casada- con el productor y director de cine Gustavo Alatriste. Continuó filmando en España, la cinta Maribel y la extraña familia (1960), de José María Forqué; Adiós Mimí Pompón (1960), de Luis Marquina; y para Italia: Uomini e Gentiluomini (1959), de Giorgio Bianchi, otra cinta importante fue : Una cita de amor (1956), de Emilio Fernández; Teatro del crimen (1956), de Fernando Cortés; Viva el amor (1956), de Mauricio de la Serna.

 

En 1961 Gustavo Alatriste decidió producir para ella la película Viridiana, del maestro Luis Buñuel. Viridiana (1961) ganó el premio “Palma de Oro” a la mejor película en el Festival de Cannes, y Silvia Pinal obtuvo el reconocimiento mundial por su actuación en este filme. Más tarde, la actriz tuvo oportunidad de seguir filmando con Luis Buñuel otras dos películas, consideradas obras maestras de la cinematografía mundial: El ángel exterminador (1961) y Simón del desierto (1962) No obstante el éxito obtenido con la trilogía de Buñuel, Silvia Pinal no pudo seguir trabajando más en Europa y tuvo que regresar a México. Por aquellos años, la segunda hija de Silvia, Viridiana Alatriste, acababa de nacer, y la separación con su esposo Gustavo Alatriste fue inminente. Las cosas no fueron fáciles.

 

En México no le ofrecían ningún proyecto por considerarla una súper-estrella mundial, y en Europa se negaban a darle mayores oportunidades. Hacia mediados de la década de 1960, Silvia Pinal volvió a la pantalla cinematográfica mexicana. Algunas de las cintas que filmó en esta época, recordaban las comedias musicales que tanta fama le habían dado años antes. Destacan en este periodo: Los cuervos están de luto (1965), de Francisco del Villar; La soldadera (1966), de José Bolaños; Estrategia matrimonio (1966), última película del director Alberto Gout; Juego peligroso (1966), de Arturo Ripstein y Luis Alcoriza en coproducción con Brasil; Shark, un arma de dos filos (1967), de Samuel Fuller, en coproducción con Estados Unidos; Los cañones de San Sebastián (1967), de Henri Verneuil, en coproducción con Francia e Italia; 24 horas de placer (1968), de René Cardona Jr.; Los novios (1968), de Gilberto Gazcón.

 

Hacia la década de 1970, Silvia Pinal se casó con el cantante Enrique Guzmán, ello provocó que se alejara temporalmente de la industria cinematográfica para trabajar en teatro y televisión.  En1977, retomó las pantallas de cine con las cintas Las mariposas disecadas (1977), de Sergio Vejar, y Divinas palabras (1977), de Juan Ibáñez. Hacia 1980 filmó, en España, El canto de la cigarra (1980), de José María Forqué; en Argentina Pubis angelical (1982), de Raúl de la Torre.  Retornó nuevamente al cine mexicano con Modelo antiguo (1991), de Raúl Araiza. En 1988 comenzó a  trabajar eb la serie televisiva Mujer casos de la vida real, emisión que permaneció al aire 18 años, con la cual se produjeron y filmaron más de 707 episodios. Los últimos trabajos de Silvia Pinal para la industria mexicana del cine fueron: Ya no los hacen como antes (2003), de Juan Fernando Pérez Gavilán, donde trabajó al lado del también actor Gonzalo Vega; y El agente 00P2 (2009), cinta de dibujos animados del director Andrés Couturier, donde prestó su voz para el personaje “Mamá Osa”.

 

A Gustavo Alatriste, uno de sus maridos, la propia lo calificó de gánster. Con el productor tuvo a Viridiana, joven actriz quien perdió la vida a los 19 años de edad en un accidente automovilístico. Mientras que Tulio Hernández,  quien fue gobernador de Tlaxcala y su última pareja en matrimonio, quien falleció en  2023, le llamó: “culto, inteligente y cachondo”. . Enrique Guzmán es tema aparte, con él sostuvo una relación de nueve años, de la que nacieron sus hijos menores, Alejandra y Luis Enrique. En su autobiografía, Pinal recuerda que el cantante le fue infiel y además la maltrataba, pasajes que fueron retratados en la serie sobre su vida: “Silvia Pinal, frente a ti”. “Lo que pasó entre nosotros no fue solo culpa de él. Enrique hizo lo que quiso, y lo permití”, comentó en el libro.

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