martes, abril 23, 2024

OTRAS INQUISICIONES: Porfirio Muñoz Ledo

(Cuarta y última  parte)
Pablo Cabañas Díaz
El desafuero de Andrés Manuel López Obrador,  le dio a Porfirio Muñoz Ledo el pretexto ideal para romper con el entonces presidente  Vicente Fox y volver a la izquierda, pero el regreso no fue fácil. Pagó su aventura foxista con una rechifla memorable en la plancha del Zócalo el día de la marcha contra el desafuero –24 de abril de 2005– que congregó a medio millón de personas, ante las cuales Andrés Manuel le pidió de manera imprevista dar un mensaje. Pero, como en otros momentos de su trayectoria, Porfirio se acomodó emulando una estrategia usada por la izquierda francesa: “radicalizarse para recuperar la confianza”, según le confió a Manuel Camacho.
Fue en el año 1996, cuando López Obrador apoyado por Cárdenas triunfa en la búsqueda de la dirección nacional del PRD. Un año después, el PRD obtendría el 25% de la votación y el gobierno del entonces Distrito Federal, que encabezaría el ingeniero, con lo cual se reavivaría su liderazgo y la opción de volver a buscar la Presidencia de México. Ese resultado haría que los intentos de disputar la candidatura presidencial de Muñoz Ledo fueran sepultados por los grupos internos, los cuales veían nuevamente en Cárdenas un enorme atractivo electoral. Esto orilló la salida de Muñoz Ledo del partido y su  declinación a favor de Vicente Fox, candidato de la Alianza por el Cambio (PAN-PVEM), el cual obtuvo el triunfo con el 42.52% de los votos; Francisco Labastida candidato del PRI obtendría el segundo lugar con el 36.11%; mientras que Cárdenas, candidato de la Alianza por México (PRD, Partido del Trabajo , Partido Alianza Social, Convergencia y el Partido de la Sociedad Nacionalista), obtendría el tercer lugar con el 16.64%
El resultado fue desastroso, debido a que Cárdenas obtendría una menor votación que los candidatos a diputados (18.68%) y senadores (18.85%) del PRD.  Después del año 2000, Cárdenas fue cuestionado por los  grupos internos, debido a que habría perdido la capacidad para generar votos y cargos. Como Cárdenas obtuvo una  menor votación que los diputados federales y senadores del sol azteca, su ciclo como candidato presidencial del PRD llegó a su fin. La debilidad de Cárdenas fue cobrada por las fracciones en diversas instancias, así como en la elección de dirigente nacional del PRD  en el año 2002. En ambos episodios, las corrientes Nueva Izquierda y Foro Nuevo Sol se manifestaron a favor de “reducir la influencia de los liderazgos carismáticos”.
El año 2004, sería el de los “videos escándalos”y casi enseguida el proceso de desafuero de López Obrador. La reacción inmediata de todos los grupos internos fue la de apoyar incondicionalmente a López Obrador. Ello dejó ver que las ”tribus” apoyaban a quien les diera más votos y cargos, y López Obrador era uno de los precandidatos mejor posicionados en las encuestas.
En este ambiente se realizó el Octavo Congreso Nacional, con el objetivo de resolver la crisis del PRD. Cárdenas pediría que renunciara la dirigencia; su exigencia no tendría eco, mientras López Obrador se llevaba los aplausos. Era obvio que en el PRD, Cárdenas decrecía en la misma proporción que crecía López Obrador. Luego de esto, en 2005, ningún grupo apoyó seriamente las aspiraciones presidenciales de Cárdenas. Esa pugna, vuelve de nuevo en este  2022, pues  a decir de Cárdenas el gobierno de México sigue aplicando la “misma medicina” de administraciones anteriores para combatir la inseguridad.  En entrevista con Proceso, en febrero del 2022 el ingeniero mencionaba:  “ México llevaba décadas siguiendo una misma estrategia para combatir al crimen organizado “y lo único que vemos es que aumenta el grado de la delincuencia”.
No se trató de la sustitución de Cárdenas por López Obrador, ya que de 2006 a 2014 los grupos internos del PRD, fueron quienes guardaron para sí las decisiones más importantes de la organización. En 2009, con  Jesús Ortega al mando, el PRD tuvo uno de sus peores resultados electorales: 12%. Una de las razones de dicho resultado: López Obrador pediría el voto a favor del PT y Convergencia, con lo cual mantendrían su registro.  López Obrador se alejó del sol azteca después de la elección interna de 2008 y construyó una estructura electoral a través de lo que hoy se conoce como el Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA).
Esa realidad fue ignorada por Muñoz Ledo quien con Peña Nieto como gobernador del estado de México y como presidente tuvo a su cargo el programa de televisión Bitácora Mexicana que se transmitía por el canal 34.1 de TV Mexiquense . Llegó la elección presidencial del 2018, habían pasado 18 años, del reencuentro con  López Obrador, del que nunca logró pertenecer a su primer círculo . Es , fue y será para López Obrador, una figura poco confiable, un perdedor. Quien había ocupado posiciones centrales en los gobiernos priístas en abril del 2007, fue  “consultor” en la reforma del Estado de la Comisión Ejecutiva de Negociación y Construcción de Acuerdos (CENCA), una iniciativa promovida por Manlio Fabio Beltrones en el Senado de la República. El “proceso de reforma del Estado”  fue el pretexto para dar empleos y distraer a figuras  opositoras de cierto peso. Más tarde,  se convirtió en coordinador del Frente Amplio Progresista el 8 de enero de 2008 y en diputado del PT en el 2009. De esa época surgió un libro polémico: La vía radical, una vía para refundar la República (Grijalbo, 2010), en el que insiste en la necesidad de instaurar la revocación de mandato y cambiar hacia un régimen semi presidencial o parlamentario.
Fue Mario Delgado quien en pocas palabras, expresó que la alianza histórica entre Porfirio Muñoz Ledo y Andrés Manuel López Obrador era una ficción, se le acusó de haber sido  empleado de Vicente Fox , Miguel Ángel Mancera y Enrique Peña Nieto. Con López Obrador, en la presidencia, Porfirio buscó crear el  Frente Amplio en Defensa de la Constitución, para defender a la Suprema Corte de Justicia de la Nación y a los órganos autónomos, como el Instituto Nacional Electoral y al Instituto Nacional de Acceso a la Información, incluso trató de reelegirse como presidente de la Cámara de Diputados, como diputado, buscó presidir Morena, pero sus  iniciativas fracasaron. Su único acierto fue quedar al frente del Centro de Estudios Parlamentarios. A sus 88 años es  un cargo que poco le favorece. Todavía puede mantener a su equipo  de trabajo más cercano, una camioneta y su chofer. Muñoz Ledo siguió el consejo de   César Garizurieta, alias “El Tlacuache”, quien durante el sexenio de su amigo de la infancia, el veracruzano Miguel Alemán Valdés, acuñó la frase que se convirtió en dogma de fe para Muñoz Ledo: “vivir fuera del presupuesto, es vivir en el error”.

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