Pablo Cabañas Díaz.
La constructora fundada por Juan Miguel Villar Mir en 1998 resultado de la fusión de Obrascón, Huarte y Laín, conocida por el acrónimo de OHL fue una telaraña, donde Emilio Lozoya Austin tejió y fue atrapado. En el 2010, Lozoya fue consejero de la empresa y después mantuvo una estrecha relación con el yerno de Juan Villar Mir, CEO de OHL, que lleva el nombre de Francisco Javier López Madrid. Su yerno hoy sabemos era el canal utilizado por la constructora para operar sus operaciones ilícitas.
En México, la prensa omite que la Guardia Civil española, investiga a una empresa llamada Infoglobal, donde Lozoya Austin y López Madrid eran socios. Se sospecha que esa empresa fue utilizada para pagar sobornos en varios países. La investigación, conocida como “Caso Lezo”, pone la lupa en cinco depósitos por un total de 2.4 millones de dólares. López Madrid tenía importantes negocios en México con Lozoya Austin, – a través de una firma ajena a la constructora OHL, llamada Infoglobal. De esa compañía salió la transferencia el 8 de junio de 2011 a la cuenta 024088097460 del banco suizo Gonet & Cie que estaba a nombre de la empresa offshore Tochos Holding, establecida en las Islas Vírgenes Británicas, cuya beneficiaria era Gilda Susana Lozoya.
De Tochos Holding salió el capital con el que Lozoya compró la casa de Lomas de Bezares, por la que desembolsó 38 millones de pesos, una parte de ese dinero provenía de los sobornos que Odebrecht le habría pagado en 2012. Gracias a las relaciones que tenía Lozoya, Infoglobal logró en 2012 un contrato de vigilancia penitenciaria, y ese mismo año se convirtió en coordinador internacional de la campaña presidencial de Enrique Peña Nieto. En 2012 la vida le sonreía. Sería director de Pemex en 2013, y consejero de Infoglobal entre el 2 de agosto de 2011 y el 29 de agosto de 2012, siendo a su vez miembro del consejo de OHL, en pocas palabras se había convertido en una especie de rey Midas. El contrato de vigilancia debía reportarle 60 millones de euros a la filial mexicana de Infoglobal, e incluso se podía elevar a 200 millones de euros, las expectativas de ganancias de la empresa eran muy prometedoras, pero todo acabó en un fracaso.
Infoglobal, quebró, dejando muy molestos a los inversores que habían creído en la palabra de López Madrid y este en Lozoya. Los inversionistas perdieron siete millones de euros que habían aportado, a diferencia del yerno de Villar Mir, que solo invirtió su relación con Lozoya. Los inversionistas en su momento se sintieron no solo robados, sino humillados. Cuando el negocio se deshizo se vendió la compañía, liquidando el contrato con Infoglobal, de la que se vendió el 30% de su participación accionaria a los mismos inversores. De esta historia quedan como evidencia depósitos por 18 millones de dólares a través de Santander que Lozoya envío a López Madrid.