Pablo Cabañas Díaz.
La corrupción ha sido uno de los sellos de la administración de Enrique Peña Nieto que finaliza el 1 de diciembre de 2018. El Presidente también deja un legado de violencia sin precedentes en la historia reciente. El Sistema de Seguridad Pública reportó hasta noviembre de 2017 más de 23 mil casos de muertes violentas en el país. Ubicado en el puesto número 123 por Transparencia Internacional, hemos caído 28 lugares en el índice mundial de corrupción en este sexenio. Constantes dudas sobre el otorgamientos de contratos para obra pública, escándalos sobre las propiedades de los integrantes del gabinete, gobernadores sujetos a proceso judicial por millonarios desvíos de dinero y hasta acusaciones por el plagio de la tesis universitaria del presidente no han dejado de tocar la puerta de la Residencial Oficial de Los Pinos.
El caso que marcó la administración de Peña Nieto, fue el llamado “Casa Blanca”, cuando en noviembre de 2014 una investigación periodística reveló que la primera dama, Angélica Rivera Hurtado había comprado una casa . La casa fue comprada al empresario Juan Armando Hinojosa Cantú, dueño de grupo Higa, un contratista del gobierno cercano a Peña Nieto desde hacía muchos años. Rivera Hurtado explicó en un video que la casa había sido comprada con sus ganancias como actriz de Televisa y afirmó que al no ser formalmente servidora pública (no está en la nómina del gobierno) no tenía la obligación de hacer públicos sus bienes, como la mayoría de los burócratas de alto nivel.
La compra terminó por cancelarse y dos años después, el presidente pidió disculpas a los mexicanos por ese “error”. “En carne propia sentí la irritación de los mexicanos, la entiendo perfectamente. Por eso, con toda humildad, les pido perdón. Les reitero mi sincera y profunda disculpa por el agravio y la indignación que les causé”, expresó el Peña Nieto 18 de juliodel 2015 , justo durante el acto de promulgación de las leyes que darían vida al Sistema Nacional Anticorrupción.
Como si nada de lo anterior hubiera existido, esta semana el candidato a la Presidencia de México de la coalición “Todos por México”, José Antonio Meade Kuribreña, participó como invitado del programa de Televisa “Tercer Grado”, en donde afirmó que Peña Nieto, es una persona honesta que se preocupa por el bienestar del país, pero no dijo lo mismo del senador priísta Carlos Romero Deschamps.
El conductor Carlos Loret de Mola lanzó la pregunta al aspirante presidencial “¿es honesto el presidente Enrique Peña Nieto?”, la cual no respondió en el pasado debate presidencial, pero en esta ocasión explicó con claridad el porqué de su respuesta. “Sí, y yo trabajé con dos presidentes como secretario de Hacienda; yo trabajé con el presidente Calderón y con el presidente Peña Nieto, y los vi todos los días preocupados por qué podían hacer para que al país le fuera bien. Estoy convencido de que en ninguno de los dos casos los animaba algo distinto”.
Las cosas fueron distintas cuando el conductor le indicó la segunda pregunta “¿es honesto Carlos Romero Deschamps?”. Meade no fue concreto aunque se le pidió la sencilla respuesta de “sí” o “no”. “Déjame, un poco, elaborar, porque yo creo que es importante, porque nos vuelve a llevar al tema de los matices y de qué le toca hacer a cada quién y de qué creo yo que le ayudaría al país hacia adelante. Lo que le ayudaría al país hacia adelante es que cortáramos el cordón umbilical de la política, del ejecutivo, contra los ministerios públicos. No nos toca ser a nosotros jueces de funcionarios y de políticos: le toca al ministerio público; ¿qué tenemos que hacer? Dejarles que haga su trabajo”.
Romero Deschamps ha sido dirigente del sindicato petrolero 20 años, fue tres veces diputado y dos veces senador y a lo largo de toda su trayectoria, en la que ya fue otra vez reelecto y permanecerá en el cargo al menos hasta 2024, ha sido acusado una y otra vez de corrupto. En la campaña electoral del año 2000, el sindicato petrolero financió ilegalmente al PRI, tal como pudo demostrar la Procuraduría General de la República y el entonces Instituto Federal Electoral. Este sindicato le entregó a la campaña presidencial del priista Francisco Labastida un total de 640 millones de pesos, que a su vez le habían sido entregados por Petróleos Mexicanos. En 2013 se publicó en un diario de la Ciudad de México, como José Carlos Romero Durán, hijo de Romero Deschamps, adquirió dos departamentos de lujo en un condominio en Miami. De acuerdo con registros de la propiedad, Romero Durán pagó siete millones 550 mil dólares por los dos departamentos. Tres meses después adquirió otro departamento por cinco millones 500 mil dólares. En ese mismo año, Romero Deschamps le regaló a su hijo un automóvil Ferrari, modelo Enzo, con un valor cercano a 2 millones de dólares. Pero Meade tiene otra percepción de esta realidad que irrita a la sociedad mexicana.