domingo, mayo 12, 2024

OTRAS INQUISICIONES: “La Cortina de Nopal”

Pablo Cabañas Díaz
En la década de 1960 en plena “guerra fría” se habían consolidado dos visiones sobre cómo debían ser las relaciones de Washington con el arte latinoamericano. La primer de ellas fue publicada en 1961 por José Gómez Sicre (1916-1991), en un artículo titulado: “La Organización de los Estados Americanos al servicio del arte”  en donde establecía como único punto de referencia la política cultural que la Casa Blanca,  promovía en la región. La otra forma de concebir la relación arte -sociedad buscaba la creación  de redes de intelectuales socialistas a través del “Comité Continental de Arte para la Victoria.” Las figuras que encabezaban a estos grupos eran Gómez Sicre y  David Alfaro Siqueiros.
Después que de que Fidel Castro se declaró marxista como era de esperarse, la relación de Gómez Sicre con el arte cubano se vio marcada por esa Revolución. Los artistas que dejaron la isla se convirtieron en depositarios inmediatos del apoyo de la burocracia cultural del Departamento de Estado. En México, Gómez Sicre impulsó a José Luis Cuevas (1931-2017). Para Gómez Sicre, Cuevas, tenía el componente antinacionalista que a él le interesaba apoyar. En 1956 el artista mexicano publicó, en el suplemento cultural del periódico “Novedades”, un texto a manera de manifiesto que tituló :“La Cortina de Nopal”. Cuevas critica la cerrazón nacionalista en las instituciones culturales de México. Quienes percibieron la operación de Gómez Sicre las críticas de arte: Raquel Tibol y Shifra Goldman. Con valentía y rigor  acusaron a Gómez Sicre de haber metido a las corporaciones de Estados Unidos en el arte latinoamericano, refiriéndose en especial al llamado “Salón Esso” auspiciado por la compañía trasnacional Standard Oil, y que consistió en una serie de concursos de artes plásticas realizados en la mayor parte de los países de América Latina. Tibol, denunció que se quería imponer una sola tendencia artística, actitud que llevaba a ignorar todas las corrientes que tenían cierto prestigio en el arte de América Latina.
Gómez Sicre le otorgó al arte un significativo papel político. Esta afirmación se puede apreciar en los centenares de cartas y documentos que conforman el acervo “José Gómez Sicre Papers, 1916-1991”, que se resguardan en la Benson Latin American Collection, de la Biblioteca de la Universidad de Texas, en Austin. Hay una carta en ese archivo del 17 de diciembre de 1963 en la que se documenta como  Cuevas generó una total dependencia hacia Gómez Sicre: “Me acaban de entregar el siguiente cuestionario para una entrevista de periódico. (…) Como tengo que entregarla no me he (sic) atrevo a hacerla para no ‘traicionar el estilo’. ¿Podrías ayudarme en esto? Ni siquiera tengo que decirte lo que hay que contestar, pues somos dos mentes en común. Sé todo lo agresivo que quieras, yo soy igual”, escribió Cuevas al creador de la llamada: “Cortina de Nopal”.

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