viernes, abril 19, 2024

OTRAS INQUISICIONES: Emilio Lozoya:  Derroches y torpezas

Pablo Cabañas Díaz/ 
El director jurídico de Petróleos Mexicanos, Jorge Kim, informó la semana pasada, que aún no está confirmada la participación de la empresa por parte del Departamento de Justicia de Estados Unidos  de  estar involucrada  en los sobornos de la constructora brasileña  Odebrecht . Un reporte de la Corte Federal de Brooklyn en Nueva York hace referencia a que la constructora pagó sobornos por más de 10 millones de dólares a funcionarios mexicanos, entre 2011 y 2014, para asegurar que les dieran obra pública, con lo cual presumiblemente obtuvo un beneficio del 300 por ciento. Sin embargo, el reporte solo señala que los pagos se hicieron a “una empresa paraestatal mexicana controlada por el Estado (sic)”.
En México entre el 2011 y el 2014, momento en el que señala el reporte que se llevaron a cabo las presuntas acciones de pagos, existían cerca de 95 empresas paraestatales, entre las que se encontraban Pemex y CFE, pero también bancos nacionales de desarrollo, empresas de fomento social, administraciones portuarias, centros de investigación y compañías de ferrocarriles.
Puesto el expediente Odebrecht en el cajón del olvido nos enteramos que el  ex director de Pemex, Lozoya, hizo más de 900 viajes en helicóptero para trasladarse en la ciudad de México, playas nacionales y algunas ciudades de Estados Unidos durante 2015, con un costo al erario de 64 millones de pesos. De acuerdo con un reporte de la Auditoría Superior de la Federación, en el que se revisaron las bitácoras de vuelo de distintas aeronaves utilizadas por Pemex,  resalta el del helicóptero Eurocopter EC-145, el cual realizó 727 traslados en 2015, lo que equivale, aproximadamente, a 2 traslados por día, con una duración promedio de 16 minutos cada uno.
Lozoya realizó 94 traslados con origen o destino a la “Torre Arcos”, ubicada en Paseo de los Tamarindos, colonia Bosques de las Lomas, en la delegación Cuajimalpa, Ciudad de México y 54 traslados con origen o destino a la “Torre GAN”, situada en Campos Elíseos, colonia Polanco, en la delegación Miguel Hidalgo. También se realizaron 137 traslados, con origen y destino, entre otros, a la Torre IUSA, Atizapán, Valle de Bravo, Cuernavaca, Hotel Hilton, Hotel ONE, Hospital ABC, Hospital Ángeles, Teotihuacán y 442 traslados a lugares donde existen instalaciones industriales importantes de Pemex.
Para viajes de mayor distancia, Lozoya utilizó el avión Cessna Sovereign  y efectuó 162 traslados nacionales, incluyendo playas como Cancún, Zihuatanejo, Acapulco y Huatulco, y 23 traslados a los Estados Unidos.  Ante este derroche de recursos públicos se emitió una recomendación para que Pemex establezca los criterios para que altos funcionarios de la empresa hagan uso de viajes en aeronaves. “Respecto del uso y operación de un helicóptero Eurocopter EC-145 y un avión Cessna Sovereign, Pemex no implementó mecanismos de control en los que se establecieran las actividades que se consideran como movilidad táctica y estratégica a funcionarios de alto nivel para la toma de decisiones y otras actividades de seguridad nacional”.
El costo por el uso y operación del avión para realizar estos 185 viajes, la Sedena informó que pagó un total de 53.4 millones de pesos, un promedio de 288,700 mil pesos por traslado.
Pemex argumentó que todos los pasajeros que viajaban en las aeronaves eran servidores públicos en el desempeño de sus funciones, pero no proporcionó la documentación para corroborar estos hechos. Además no acreditó ante la Auditoría que Emilio Lozoya utilizó las aeronaves para vuelos estratégicos para los cuales fueron adquiridos. “No existe transparencia en el uso de estos equipos y no se pudo verificar si los vuelos se realizaron para los fines institucionales, aun cuando la Sedena requisita la bitácora de los vuelos realizados, por lo que la observación persiste”, señala el informe de la cuenta pública 2015 de la Auditoría

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