POR PABLO CABAÑAS DÍAZ
El Informe Presidencial más largo de la historia de México fue pronunciado por el presidente Abelardo L. Rodríguez en1934. Este discurso, duró impresionantes siete horas y 35 minutos, se convirtió en un récord en la política mexicana y en un hito de la oratoria presidencial. En aquella época, el informe presidencial era un evento de máxima solemnidad y relevancia, conocido como el “Día del Presidente”, donde se detenían las actividades cotidianas para seguir el evento a través de la radio y la prensa escrita. Este Informe fue ttransmitido por la estación XEW , que con su alta potencia se consolidó como una de las empresas de comunicación más importantes a nivel internacional.
El informe de Abelardo L. Rodríguez no solo fue extenso, sino también detallado. Abordó numerosos aspectos de la gestión gubernamental, desde política económica y relaciones exteriores hasta educación y obras públicas. El presidente no solo presentó sus logros, sino que también dedicó tiempo a responder las intervenciones de legisladores, en particular la del diputado Romeo Ortega, lo que alargó aún más la sesión. Este maratón legislativo y mediático reflejó el estilo de la época, donde la exhaustividad y el protocolo eran esenciales para la comunicación política.
En los años 30, México pasaba por un periodo de consolidación institucional tras la Revolución, y el informe presidencial era una herramienta crucial para comunicar avances y desafíos al pueblo. Durante esta época, la rendición de cuentas era un acto casi ritual, donde se esperaba que el presidente demostrara dominio y conocimiento profundo de los asuntos del país. La extensión del informe de Rodríguez puede entenderse también como un reflejo de la necesidad de mostrar este dominio en un contexto de construcción de legitimidad institucional.
