Pablo Cabañas Díaz
El Ateneo Español de México, fundado en 1949, es una institución cultural que, desde sus orígenes, procuró ser un “hogar del espíritu” que encarnase los valores más cercanos a la tradición cultural liberal y democrática. Se fundó 10 años después de la llegada del buque Sinaia que llegó a México con aproximadamente mil 600 refugiados españoles, combatientes en la Guerra Civil española (1936-1939). Este hecho marcó el inicio de la llegada masiva del exilio español al país. En este 2023, el Ateneo encabezado por Juan Luis Bonilla Rius, María de los Ángeles Comesaña y Concheiro, Cristina Ruiz Escobio, José Héctor Alonso Fernández de Castro, Alejandro Barreiro Valdivia y Alonso Leal Güemes. Este espacio cultural es el depositario de la memoria del exilio español republicano en México. La defensa de los valores liberales y democráticos propios del régimen republicano y la denuncia del oprobio que tanto para la vida política como cultural de España representó la dictadura franquista, siguen vigentes en el Ateneo. Mención especial en la fundación del Ateneo merece Don Alfonso Reyes, nombrado por el general Lázaro Cárdenas, el primer hombre de letras de América, así definido por Jorge Luis Borges, quien acababa de publicar su “Canto a la tumba de García Lorca” y es, sin duda, la figura más representativa de la cultura mexicana que da su apoyo a la fundación del Ateneo. Muchos de los que forman el Ateneo, fueron sus amigos en España. A todos les saluda con la exclamación pública de bienvenida: “¡Qué huéspedes tan distinguldos!”. Cuando en 1949 se constituye el Ateneo Español de México, Alfonso Reyes confesará: “Aprendí a quererlos y a comprenderlos en medio de la labor compartida… La suerte me ha deparado el alto honor de encarnar, para la España nueva, la primera amistad del México nuevo… ¡Este honor no lo cederé a ninguno!”. En el artículo “Las dos Españas de Alfonso Reyes”, publicado en el diario “El País” por Eulalio Ferrer el 30 de diciembre de 1999, menciona que Alfonso Reyes hablaría con Salvador de Madariaga, en la primera visita de éste a su país, de las dos Españas que llevaba en el corazón: la España de su exilio y la España del exilio en México. Una historia, donde el recuerdo de Alfonso Reyes merece un capítulo estelar en la historia cultural de nuestro país.