jueves, abril 25, 2024

OTRAS INQUISICIONES: Difíciles Decisiones

Pablo Cabañas Díaz

Felipe Calderón y su esposa, Margarita Zavala, han copiado –voluntaria o involuntariamente– los títulos de dos libros de Hillary Clinton, excandidata a la Presidencia de Estados Unidos, para usarlos en sus propias obras. El nuevo libro de Calderón se llama Decisiones Difíciles; el libro de Hillary Clinton se llamó Hard Choices y fue traducido al español como Difíciles Decisiones. El libro de Margarita Zavala se llamó Mi Historia; uno anterior de la esposa del presidente Clinton que llevó como título en español Historia Viva.

Más allá de los títulos, -hasta ahora- la presentación de los libros de los expresidentes despiertan polémica.  Recordemos que, en octubre de 2000, en la agonía del gobierno Ernesto Zedillo, el expresidente Carlos Salinas mostró hasta sus últimas consecuencias sus diferencias con Ernesto Zedillo. El libro que fue el motivo del encono de Zedillo se llama: México un paso difícil a la modernidad, y fue publicado por Plaza Janés Editores. En esa obra Salinas embiste con dureza contra Zedillo, a quien calificó como traidor. Salinas acusa en su trabajo la existencia de una traición al Estado de derecho; una traición al fortalecimiento de la soberanía popular; y una traición a los ideales de Luis Donaldo Colosio”.

Para frustrar la presentación del libro, en la tarde del 9 de octubre de 2000, le fue “filtrada” una cinta al periodista Joaquín López Dóriga. En la cinta se registraba una conversación telefónica que sostuvieron los hermanos Adriana y Raúl Salinas de Gortari el 7 de octubre de 2000. Fue una conversación en la que Raúl acusó a Carlos, de “cobarde” y amenazó con revelar de dónde salió el dinero que acumuló y que generó la investigación en su contra por enriquecimiento ilícito. La conversación contenida en la cinta fue reproducida en los principales diarios del país, pero sobre todo en los distintos espacios informativos de radio y televisión de Televisa. A partir de la filtración de la cinta, el libro quedó marcado por ese suceso.

Once años después, hubo otro incidente en la presentación de un libro, esta vez no fueron los adversarios los que acometieron el golpe sino el propio autor del libro. Este hecho se dio en plena cresta de las campañas electorales, el entonces candidato Enrique Peña Nieto no supo mencionar los tres libros que habían marcado su vida. Nada raro y censurable en México. Lo cuestionable es que a la clase política mexicana no le gusta leer, no conocen autores, pero insisten en que “escriben” libros y son cultos. Incluso, Vicente Fox, quien en cada tuit exhibe sus graves problemas de redacción, ha publicado libros como “A Los Pinos” (Océano, 1999); “La revolución de la esperanza” (Aguilar, 2007) y “Sigamos adelante” (Grijalbo, 2018).

Para llegar a la presidencia de México, Enrique Peña dejó de lado la propuesta elaborada por la Fundación Colosio titulada “Programa para México, por un país con rumbo; un diálogo con la sociedad mexicana”. En su lugar sus asesores de campaña redactaron un libro que fue titulado: “México, la gran esperanza: un Estado eficaz para una democracia de resultados”.

La presentación – con un gran despliegue de publicidad, tuvo lugar el 23 de noviembre de 2011. Para evitar sorpresas desagradables, el libro se presentó por primera ocasión en una reunión con 200 invitados en la Casa del Lago de la UNAM, en el Bosque de Chapultepec, este recinto le fue facilitado por el entonces rector el priista José Narro. El objetivo era que tres comentaristas expresaran las maravillas plasmadas en esas cuartillas. Peña Nieto escuchó al escritor Héctor Aguilar Camín, al ex gobernador del Banco de México Guillermo Ortiz y al periodista Jaime Sánchez Susarrey , acto seguido felicito a la moderadora del acto la también periodista de Televisa, Ana Paula Ordórica.

Minutos después en el programa “Es la hora de opinar”, transmitido por Televisa y conducido por Leo Zuckerman, Peña Nieto reconoció disimuladamente que el libro no fue escrito por él, sino por un grupo de colaboradores, a los que agradeció su trabajo. No soy autor de la “propuesta”, pero sí de la idea y del convencimiento…, dijo.

La siguiente estación en la campaña presidencial era la presentación de la obra a nivel nacional en la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara. Allí quedó claro que el peor enemigo de Peña Nieto era él mismo. Incapaz de mencionar tres títulos que libros que lo impactaron en su vida, mostró su ignorancia, su falta de sentido común y su incapacidad para enfrentar la adversidad. La gira nacional de presentaciones de “México, la gran esperanza”, fue suspendida. El equipo de Peña levantó un cerco para evitar someterlo a preguntas inadecuadas que lo hicieran resbalar. Como hemos visto los  expresidentes “escritores” generan polémica sea por si mismos o por sus adversarios. Veremos que sucede el próximo el 18 de mayo en la presentación del libro de Decisiones Difíciles.

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