lunes, diciembre 16, 2024

OTRAS INQUISICIONES: Controversia entre embajadoras: Green y Espinosa

Pablo Cabañas Díaz
La serie documental de Netflix El caso Cassez-Vallarta: Una novela criminal, que se estrenó el  25 de agosto, muestra las grietas de la política mexicana. Los hechos acontecidos con Florence Cassez e Israel Vallarta, acusados por secuestro en 2005, destapó muchas fisuras, una de ellas aconteció en la comparecencia en el Senado República de la secretaria de Relaciones Exteriores, en el sexenio de Felipe Calderón, Patricia Espinosa Cantellano (1958). Ese día la excanciller y entonces senadora priista Rosario Green (1941-2017), arremetió contra Espinosa y le advirtió que “el discurso gubernamental estaba extraviado en “delirios de grandeza” y tenía “una visión distorsionada del entorno global y una absoluta falta de autocrítica”.
El caso Cassez manifestaba sus primeros estragos. Hay que recordar que Patricia Espinosa en febrero de 2011 le  pidió al embajador de Francia, Daniel Parfait no “sobredimensionar” el caso Cassez.  Ante esa expresión se tensó la relación bilateral. Además, Espinosa, alertó al embajador Parfait, en el sentido de que la relación entre ambos países “no podría verse afectada por una decisión basada en “criterios estrictamente jurídicos”.
En ese clima se da el encuentro entre Espinosa y Parfait luego de que la canciller francesa, Michele Alliot Marie, le advirtió, a su colega mexicana que el fallo de la justicia mexicana en contra de  Cassez “pesaría en las relaciones bilaterales”. La respuesta de Alliot-Marie al encuentro entre el embajador Parfait y la canciller mexicana, fue decirse “horrorizada” en una entrevista un día después ante la televisora francesa France 2.  En ese momento, aparece  la senadora Rosario Green,  quien era la presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores, quien manifestó: “que se había lesionado en forma severa las relaciones entre México y Francia”. Por esa razón la bancada del PRI en la Cámara de Senadores logró la comparecencia ante el pleno de la canciller Patricia Espinosa.
La tensión entre Green y Espinosa creció cuando  al ser entrevistada en el Senado, la subsecretaria de Relaciones Exteriores, Lourdes Aranda, sostuvo que la cancillería estába “dando seguimiento puntual a las reacciones del gobierno francés”. Aranda con estas declaraciones desmentía a Green, más tarde,  se dio la respuesta clara y contundente de Relaciones Exteriores de molestia ante la pretensión del presidente Nicolás  Sarkozy de convertir las actividades del Año de México en Francia “en una caja de resonancia para discutir el caso de Cassez.
Ante el clima de presiones, Green tuvo una reunión con varios senadores y  el embajador Parfait, para plantearle  la realización de una reunión interparlamentaria entre ambos países, y un  mes después, Patricia Espinosa, llegó a comparecer al Senado . En esa comparecencia Espinosa acusó al Gobierno de Nicolás Sarkozy de haber adoptado una “postura cambiante” frente al caso de la ciudadana francesa acusada de secuestradora. La canciller llegó de nuevo a insistir que las relaciones diplomáticas entre México y Francia eran “intensas, estrechas y sólidas”.
En esa comparecencia, Espinosa justificó la presencia de agentes de la CIA, la DEA y otras corporaciones estadunidenses en suelo mexicano, al igual que el sobrevuelo de aviones no tripulados. Green añadió: “Es de destacar que el documento no contenga una sola referencia al caso de la operación Rápido y Furioso, no explique la presencia de agentes extranjeros en nuestro territorio, ni haga mención a los convenios para autorizar el sobrevuelo de aviones no tripulados, episodios que llamaron poderosamente la atención de la ciudadanía en el periodo que se informa”. La presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores también criticó la falta de información sobre la Iniciativa Mérida. La canciller justificó la estancia de los agentes estadunidenses en territorio mexicano desde 1992, cuando el gobierno mexicano emitió esa medida ante el secuestro del médico Humberto Álvarez Machain, involucrado por la DEA en el caso de Enrique Camarena Salazar. “Estas disposiciones del 92 son las que están vigentes hoy en día y establecen que los representantes extranjeros tienen estrictamente prohibido portar armas y realizar actividades reservadas a autoridades nacionales”, afirmó Espinosa. Y defendió la Iniciativa Mérida porque “ha generado una transformación positiva en nuestra cooperación”, ya que “se están acelerando las entregas de equipo y capacitación acordadas en apoyo al esfuerzo mexicano de fortalecimiento institucional”.

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