jueves, febrero 13, 2025

OTRAS INQUISICIONES: Chin, Chin el teporocho

Pablo Cabañas Díaz

 

Armando Ramírez Rodríguez (1952- 2019), fue un cronista y novelista comprometido con el lenguaje y la cultura de las clases populares de la ciudad de México, en particular de la zona de Tepito, donde nació. La última que vez que hablé con él fue en el Starbucks de las calles de Génova y Londres en lo que fue la Zona Rosa. De esa conversación,  ahora puedo reflexionar que en su obra se mostraba  el habla y múltiples  problemas sociales como el desarraigo, la miseria, la incultura y el alcoholismo.

 

Armando logró  a través de diversas estrategias narrativas dar voz a  personajes que vivían en la marginalidad social. Estudió en la vocacional número 7 del Instituto Politénico Nacional  y participó en el movimiento estudiantil de 1968. En 1971 inició su carrera con su libro: “Chin chin el teporocho”,  que adaptó al cine y rodó en 1975 el director Gabriel Retes. El texto de Ramírez,  trata sobre la historia de una persona  alcohólica que relata las desventuras que había vivido y como termina viviendo en las calles. En 1977 el filme recibió el premio Ariel en la categoría de mejor Ópera Prima.

 

En 1974 colaboró en el periódico “El ñero” y la revista “Desde el zaguán”. Participó en el grupo  “Tepito Arte-Acá”.  Fue guionista en varios programas televisivos, como “Letras vivas”, que estuvo a cargo de José Agustín; jefe de información del programa “Hoy en la cultura”, de Canal 11, reportero y cronista de Imevisión y del programa “Para gente grande”, transmitido por Televisa. Publicó sus crónicas en los diarios “Unomásuno”, “El Financiero” y “Reforma”. Sus obras “Chin, Chin el teporocho” y “Noche del Califas”, fueron llevadas al cine y al teatro; “Violación en Polanco,” al cine, y Quinceañera, al teatro.

 

Otro libro que escribió : “Me llaman la Chata Aguayo” es la historia de una lideresa de vendedores ambulantes y “Sóstenes San Jasmeo”, la de un personaje que se transforma de niño de la calle en líder y amigo de poderosos. En la Casa de los ajolotes, presenta una sucesión de actos de corrupción  y violencia que se dieron en el  México en la segunda mitad del siglo XX. Nadie conocía como él las calles del Centro Histórico y de muchos barrios populares de la ciudad. Fue una persona, que reivindicó el lenguaje popular y su difusión a partir del albur, la ironía, el humor y el sarcasmo.

Salinas Pliego abandona al Mazatlán FC

Ricardo Salinas Pliego desea que Sinaloa recupere la paz y critica estrategia “abrazos, no balazos”. Criticó al gobierno federal y confesó sentirse “muy triste” por la inseguridad que vive Sinaloa por guerra de Chapitos y La Mayiza

Artículos relacionados