Pablo Cabañas Díaz
En los últimos años, Chile se ha ubicado dentro de los países latinoamericanos que más participación en protestas registra, al tiempo que posee el quinto lugar a nivel regional por sobre la media estadística que se ubica en 7.7%. Asimismo, la proporción de quienes realizaron alguna acción política no convencional o formal,
El apoyo a la democracia y el interés por la política en Chile se entrelazan con mayores aspiraciones de igualdad que tienen su máxima expresión en el aumento de la participación de los chilenos en las protestas de los últimos años; una forma de participación política que desplazó la vía electoral y ha buscado transformar una de las fuentes más importantes de producción y reproducción de la desigualdad a través de la acción colectiva: el sistema educativo, ya que más que constituirse como una vía para la movilidad ascendente, tiende a reproducir la desigualdad social.
Al retornar la democracia lo urgente era consolidar el régimen político. No puede olvidarse que la instalación del primer gobierno post dictadura estaba lleno de incertidumbre sobre la capacidad de los civiles para mantener la paz –Agusto Pinochet casi fue asesinado a fines de la década de 1980 y un senador de derecha fue ejecutado al mes de comenzar el gobierno democrático– y sobre la actitud de los militares en democracia –se acuartelaron a fines de 1990 hasta que volvieron a aparecer en este 2019.
En la elección de 1999-2000 el candidato Ricardo Lagos (socialista) prácticamente empató con el candidato de derecha en primera vuelta. El lema de Ricardo Lagos era “Crecer con igualdad” (énfasis distributivo) y debió modificarlo a “Chile mucho mejor” (énfasis en crecimiento) para asegurar su elección.
Los disturbios y el vandalismo de los últimos días, que han provocado un estado de emergencia, una respuesta militar e, incluso, una declaración del presidente de Chile de que el país está en guerra, llegaron a la nación más estable y próspera de América Latina, que tuvo la democracia ininterrumpida más larga del continente antes del golpe de estado que instaló la dictadura de Augusto Pinochet en 1973, y ha disfrutado de una democracia ininterrumpida desde la caída pacífica de su régimen en 1990.
Chile ha sido considerado la encarnación viva de las políticas económicas instaladas bajo el gobierno de Pinochet por los “Chicago Boys”, un grupo de economistas, muchos de los cuales asistieron a la Universidad de Chicago para aprender sobre ideas de libre mercado.