viernes, marzo 29, 2024

OTRAS INQUISICIONES: 8 de marzo

Pablo Cabañas Díaz.

La conmemoración del 8 de marzo (8M), Día internacional de la Mujer, reunió a mujeres de diferentes países del mundo, con culturas, etnias, lenguas, religiones, ámbitos políticos, económicos y culturales muy diferentes entre ellas. Esa diversidad es uno de los valores en la celebración de esta fecha. Mujeres de muy distintas procedencias y muy diferentes se unen para reivindicar mejoras en su situación jurídica, laboral, social, familiar o sexual, entre otras.

 

Las desigualdades que sufren en sus respectivas sociedades patriarcales las unen y de una forma simbólica quieren hacerlas presentes ante la opinión pública, pues son conscientes de que en el largo caminar de su lucha y de sus conquistas todavía quedan asuntos por mejorar. En México el 8 de marzo de 2020 tuvo un significado y una proyección social y mediática muy importante , por las movilizaciones que se han desarrollado  que han sido notorias por su poder de convocatoria y la claridad de sus reivindicaciones en aspectos laborales, salariales, jurídicos, sociales, y sexuales, por citar algunos.

 

El 8M forma parte de las reivindicaciones del movimiento feminista contemporáneo como un intento de mejorar la situación de las mujeres dentro del modelo patriarcal de relación entre los sexos. Hay distintas interpretaciones sobre los orígenes históricos del 8 de marzo, vinculados con movilizaciones de mujeres obreras o trágicos acontecimientos como el acaecido en la ciudad de New York en el año 1911 en donde se produjo un trágico incendio en una fábrica textil, y fallecieron más de un centenar de trabajadoras. La interpretación más plausible sobre el origen histórico del 8M es la que se enmarca en el movimiento socialista de reivindicación de derechos hacia las mujeres. El 8M tiene un origen comunista en la persona de Clara Zetkin en la II Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas, celebrada en Copenhague en el año 1910, quien propuso la celebración de un Día Internacional de las Mujeres con el objetivo de promover la igualdad de derechos entre hombres y mujeres en el mundo.

 

En el convulso periodo histórico que se  vivió en  el mundo desde 1914 hasta 1945 con el desarrollo de las dos guerras mundiales, la crisis económica de 1929, y la emergencia de los fascismos hizo que esa conmemoración quedara borrada. Con la creación de las Naciones Unidas (ONU) la reivindicación de los derechos de las mujeres recibió un importante apoyo en el ámbito internacional como queda reflejado en su Declaración de Derechos Humanos aprobada en el año 1948, y en donde Eleanor Roosevelt tuvo un papel destacado en su elaboración. Sin embargo no sería hasta que en el año 1975, fue declarado como Año Internacional de la Mujer, se impulsaron mejoras en la situación de las mujeres de forma coordinada y bajo el paraguas del referido organismo internacional. A partir de esa fecha Naciones Unidas, y con una clara intención simbólica, comenzó a celebrar el 8 de Marzo como Día Internacional de las Mujeres, y ha llevado a cabo una importante actividad, como queda reflejado en las iniciativas llevadas a cabo por ONU Mujeres y en la actualidad con los objetivos establecidos en la denominada Agenda 2030, a través de los que se busca fomentar la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres y las niñas.

 

La conmemoración del 8M también nos debe servir para recordar a quienes, con anterioridad a nuestro presente histórico, han contribuido con su trabajo y su esfuerzo en la lucha por la igualdad entre hombres y mujeres. De algunas conocemos sus nombres, las pioneras como Clara Zetkin, Alejandra Kollontai, Rosa Luxemburgo. De ahí que sea muy importante conocer las genealogías femeninas para valorar la herencia recibida y poder legarla.

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