martes, abril 16, 2024

OTRAS INQUISICIONES: 150 aniversario del fusilamiento de Maximiliano

Pablo Cabañas Díaz
El próximo 19 de junio se celebrará una misa en la colonia Polanco de la capital del país, para conmemorar el aniversario luctuoso del Emperador Maximiliano de México. De acuerdo a la invitación que se filtró en redes sociales, el texto señala la intención del oficio religioso, a 150 años del fusilamiento del que fuera segundo Emperador de México. El texto, señala: “Es un honor invitarle en nombre de Don Carlos de Habsburgo Lorena a la misa por el 150 aniversario de la muerte del emperador. Maximiliano de México”  El lugar de la cita es la Iglesia de San Ignacio de Loyola, calle Horacio, esquina Moliere; en la colonia Polanco.  Se establece que hay código de vestir “formal”, en punto de las 19:30.
En México las ideas  monárquicas fueron una importante corriente política, de 1864 a 1867 periodo en el que Maximiliano de Habsburgo estuvo al frente del gobierno. La memoria liberal del siglo XIX representaba en José María Gutiérrez Estrada  a un personaje servil y ridículo, ofreciendo en 1863 a Maximiliano, archiduque de Austria el trono de México.
Maximiliano, Tomás Mejía y Miguel Miramón fueron condenados a muerte el 14 de junio de 1867, conforme a la “Ley para Castigar los Delitos contra la Nación, el Orden, la Paz pública y las Garantías individuales” que el presidente Benito Juárez expidió el 25 de enero de 1862. La ejecución, se había ordenado para la tarde del día 16 de junio con objeto de que los sentenciados tuvieran algún tiempo para arreglar sus asuntos debió posponerse por órdenes a la mañana del 19 de ese mes. A las siete y cinco minutos de la mañana del 19 de junio de 1867, fueron simultáneamente fusilados el Emperador de México, y sus generales Miramón y Mejía, en el Cerro de las Campanas, Querétaro, por las tropas al mando del general Jesús Díaz de León.
Sin esta decisión, el fusilamiento de Maximiliano, el presidente Juárez hubiera sido como tantos otros políticos mexicanos. Los mismos que hoy rinden pleitesía a Donald Trump.  Pero -como bien señala  Enrique González  Pedrero-, ni México sería México, ni Benito sería Juárez. El mismo Maximiliano lo dijo, según lo recuerda María Teresa de Borbón en su breve texto “Encuentro de dos liberalismos: similitudes y diferencias”, cuando las tropas francesas parecían triunfadoras y Maximiliano invitó a Juárez a reconocerlo como emperador el presidente Juárez señaló: “Hay una cosa, señor, que la perversidad de los hombres no puede modificar… el fallo terrible de la historia”.
La diferencia, nos dice González Pedrero entre el liberalismo avanzado, social, de Maximiliano y el liberalismo individualista de los hombres de la Reforma, radicaba  en  que Juárez y la generación de la Reforma hincan sus raíces en la realidad mexicana, mientras que las ideas del imperio son, tal vez, ideas más acabadas, europeas fundamentalmente, pero se encuentran ausentes de  una realidad . Los restos del último Emperador fueron llevados al Hospital de San Andrés, en la Ciudad de México; y luego embarcados en Veracruz en el buque Novara con rumbo a Europa, e inhumados en el sepulcro imperial de la iglesia de los Capuchinos en Viena.

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