LOS ÁNGELES, CALIFORNIA.- Pocos días antes de que Megalópolis tuviera su premiere mundial en el Festival de Cannes, The Guardian publicó un controvertido reportaje que repasaba los aspectos más surrealistas e incómodos del rodaje encabezado por Francis Ford Coppola.
De acuerdo con CINEMANÍA, la cercanía con la premiere, en conjunto a los rumores de que nadie quería atreverse a distribuir la película en EEUU por su rareza, contribuyó a que hubiera quien pensara que se trataba de una estrategia para difamar a Coppola, y hacer aún más difícil que Megalópolis pudiera estrenarse. Igualmente, cuando se proyectó en Cannes, las críticas fueron de lo más dispares.
Megalópolis tiene asegurado el estreno en unos cuantos territorios (incluyendo España, donde se encargará Tripictures), pero todavía no hay quien quiera distribuirla en EEUU y se sigue percibiendo un malestar general por las revelaciones de The Guardian. Esta publicación concretaba algunos de los episodios que ya habían llegado a los medios (como el caos generalizado y la espantada a mitad de rodaje de casi todo el equipo artístico y de efectos digitales, forzando una sustitución de urgencia), pero añadía otros inquietantes como la costumbre de Coppola de quedarse dentro de su caravana fumando marihuana o, claro está, su comportamiento inapropiado con algunas de las actrices de Megalópolis.
A Coppola se le tachaba entonces de ser demasiado “de la vieja escuela”. Habría animado a las actrices a sentarse en el regazo, y durante la grabación de una bacanal habría intentado besar a algunas de las extras que trabajaban en topless.
Según parece, para “ponerlas de buen humor”. Manohla Dargis entrevistó a Coppola para el New York Times al poco de proyectarse Megalópolis en Cannes, y ahí el director tuvo que negar estas acusaciones. No lo hizo de forma muy convincente, pues se le ocurrió recurrir al referente de su madre Italia Coppola. “Mi madre me decía que si te acercas a una mujer significa que le faltas al respeto, y a las chicas que me gustaban no les faltaba al respeto”.
“No soy un sobón. Soy muy tímido”. Acto seguido hablaba de una foto que le habían tomado besando a una actriz de Megalópolis en la mejilla, revelando que dicha foto la había tomado su propio padre, y que conocía a la joven “desde que tenía 9 años”. El director de El padrino no dio más detalles, pero al menos Mariela Comitini sí fue más elocuente a la hora de defender a Coppola en tanto a subordinada.
“Como primer ayudante de dirección con más de 35 películas en mi haber, puedo decir que trabajar junto a Francis Ford Coppola fue un honor. He visto cómo Francis creaba un ambiente vibrante, profesional y positivo en el plató, y me gustaría poder participar en la celebración de Cannes”.
“Como uno de los directores más respetados de la industria, Francis no se dejó intimidar por la enormidad de esta empresa, y terminó la película a tiempo y dentro del presupuesto”. Darren Demetre, coproductor ejecutivo de Megalópolis, también ha abordado el tema. “Francis produjo y dirigió con éxito una enorme película independiente, tomando todas las decisiones difíciles para garantizar que se entregara a tiempo y dentro del presupuesto, y manteniéndose fiel a su visión creativa.
Hubo dos días en los que rodamos una escena de celebración en un club donde Francis se paseó por el plató para establecer el espíritu de la escena dando abrazos y besos en la mejilla al reparto y a los actores de fondo”.
“Era su manera de inspirar y crear el ambiente. Nunca tuve conocimiento de ninguna queja de acoso o mal comportamiento durante el transcurso del proyecto”. Megalópolis es una película de ciencia ficción que se centra en el conflicto de un arquitecto con el alcalde de una urbe futurista acechada por la catástrofe. En su reparto encontramos a Adam Driver, Nathalie Emmanuel, Giancarlo Esposito o Aubrey Plaza, y es una película a la que Coppola lleva dándole vueltas cerca de cuarenta años. Para que salga finalmente adelante, ha tenido que pagar los 125 millones de dólares que integran el presupuesto de su propio bolsillo.
AM.MX/fm
