martes, abril 16, 2024

¡Mejor en el zapato! En CDMX, los niños no deben mandar su cartita a Reyes Magos en globo

CIUDAD DE MÉXICO.— Niños y niñas… ¿Sabían que los Reyes Magos ya no están recibiendo correspondencia vía globo porque trae muchas consecuencias para nuestro planeta? Así que deberán elegir otro método para que Melchor, Gaspar y Baltazar encuentren sus pedidos para este 6 de enero.

Zapatos bajo el árbol de navidad, el Servicio Postal Mexicano/Correos de México [a través del Palacio de los Deseos o de los perritos rescatados del Metro] o por e-mail, son algunas alternativas que los niños pueden ocupar para enviar sus cartitas a los Reyes Magos.

La tradición de enviar las cartas en globos, atadas a un hilo, es una tradición que se adoptó hace varios años; sin embargo, es antiecológica, pues la probabilidad de que estos plásticos lleguen a distintos ecosistemas es muy grande, afectando así a la fauna que ahí habita.

Además, cabe recordar que desde el 1 de enero de 2021, los plásticos de un solo uso, incluidos los globos, están prohibidos en Ciudad de México debido a su alto grado contaminante. Así lo establece la 1 Ley de Residuos Sólidos.

Los globos no son el medio idóneo para que las cartas lleguen a los Reyes Magos.

¿Cuánto tarda en degradarse un globo?

De acuerdo con la Semarnat, los globos dañan enormemente al medio ambiente y a la biodiversidad porque están hechos de poliuretano, polímeros sintéticos, como el teraftalato de polietileno (PET), de microfoil o poliamida, o látex. Pero no sólo por eso, sino también porque contienen químicos.

⇒ Los globos inflados con gas helio se pueden desplazar hasta 3 mil kilómetros en un día, por lo que alcanzan a cruzar océanos o continentes, se elevan sobre las montañas y quedan atrapados en los altos follajes de los árboles de selvas o bosques. Además, se calcula que se pueden elevar hasta 10 kilómetros.

Un globo de poliuretano tarda 450 años en degradarse y uno de látex de tres a cinco meses, o años. Mientras que uno metálico estará más tiempo inflado y tardará en consecuencia más tiempo en degradarse. Peor aún, si caen en el agua, los químicos que contienen -como amoniaco, tiuram y óxido de zinc, la contaminan.

Si bien en pocos segundos desaparecen de nuestra vista cuando los soltamos, los globos caen hasta miles de kilómetros de distancia después e impactan los ecosistemas y la biodiversidad, principalmente a la fauna. Además, estos artefactos pueden obstaculizar la ruta de vuelo de las aves, y sus patas u otras partes del cuerpo suelen enredarse en los hilos con que los globos se sujetan, sobre todo cuando caen sobre los árboles“.

En conclusión, destacó la Semarnat, “los globos no son el medio idóneo para que las cartas lleguen a los Reyes Magos. Evita enviarlos por esa vía para que en un futuro podamos conservar a las especies de la biodiversidad marina o terrestre y evitemos también para ellas una muerte dolorosa“.

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AM.MX/dsc

Redacción/dsc
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