jueves, marzo 28, 2024

Narcoavioneta quemada en linderos de Quintana Roo y Belice transportaba droga para el Cártel de Sinaloa

CHETUMAL, QUINTANA ROO.- Militares y personal de la Guardia Nacional adscritos a la Trigésima Cuarta Zona Militar realizan intensa búsqueda de los presuntos narcotraficantes y la droga que, supuestamente, lograron descargar la madrugada de ayer miércoles tras el aterrizaje de un narco-jet en los linderos del Ejido Morocoy.

De acuerdo con la versión castrense, luego de descargar la aeronave e incendiarla para borrar evidencias, los tripulantes huyeron con rumbo desconocido, aunque versiones militares presumen que todavía no han abandonado la zona rural del municipio.

E incluso, se investiga su posible estancia en tierra beliceña. Debido a que existe la posibilidad de que hayan cruzado el Río Hondo y escapar por dicho país de la justicia mexicana.

Por ese motivo, personal de peritos y elementos de Investigación Criminal de la Fiscalía General de la República (FGR) levantaron indicios e iniciaron una carpeta de investigación.

De acuerdo con Sol Quintana Roo, personal militar tuvo conocimiento el pasado martes, a eso de las 04:00 horas, del sobrevuelo de una aeronave en cielo quintanarroense en las inmediaciones del Ejido Morocoy.

Una hora después, localizaron el narcojet semi calcinado y sin matrícula.

Fue en un camino sacacosecha situado a una hora de Chetumal aproximadamente, en un lugar conocido como “La Piedra”, el cual previamente fue limpiado de árboles a los costados para facilitar el descenso de la aeronave, la cual, por lo sinuoso del terreno terminó fuera del camino de terracería.

Los militares sólo hallaron parte del narcojet, ya que el fuselaje fue consumido por el fuego intencional.

La zona fue resguardada por el personal militar y otro grupo de fuerzas especiales, así como del 64 Batallón de Infantería y 20 Regimiento de Caballería Motorizada implementaron un operativo por toda la zona, por la ruta a las ruinas arqueológicas de Kohunlich y Dzibanché, respectivamente, para tratar de localizar a los presuntos narcotraficantes y la droga que lograron descargar con tiempo.

Peritos y agentes de Investigación Criminal hicieron su labor para recabar evidencias en el resto de la aeronave para confirmar que transportaba droga.

Hasta el momento autoridades castrenses no han aportado mayor información al respecto, ya que aún se encuentran en el lugar custodiado el narcojet y en búsqueda de los pilotos, narcotraficantes y la droga, pues estos utilizan zonas selváticas como escondite, principalmente en las cimas de los cerros para tener un mejor panorama de lo que ocurre a su alrededor.

OTRA EN BELICE

Sólo pasaron 24 horas para que se nueva cuenta el nuevo triángulo dorado se active en México y Belice, este último donde se aseguró otro narco-jet que aterrizó la mañana del jueves.

Al igual que en tierras mexicanas personal de La Fuerza de Defensa de Belice localizó otra aeronave en el camino costero de Sarteneja y Chunox, frente al litoral quintanarroense.

Se trató de una aeronave Hawker Gidelley HS125 blanca y matrícula N720PT del cual se presume transportaba droga.

Los militares beliceños se encuentran en el lugar luego de la alerta que recibieron.

Hasta el momento se desconoce la cantidad de droga que transportaba, si fue asegurada y si hubo personas detenidas durante el operativo.

Aunque, las autoridades de ambas países destacan que entre ambas aeronaves podría haber transportado más de 2 toneladas de cocaína.

LA DROGA VENÍA DE COLOMBIA O VENEZUELA

Las autoridades, debido a la similitud que existe en el “modus operandi” de los pilotos y el actuar de los narcotraficantes al quemar las aeronaves, provienen de Venezuela o Colombia para entrega directa al Cártel de Sinaloa (CDS) uno de los grupos criminales que se dedican a esta actividad para distribuir la droga a entidades del sureste mexicano y también cruzarla a los Estados Unidos.

Narcos adquieren cultivos de cocaína en Colombia y adquieren aeronaves más ligeras.

A finales de 2019, los carteles más poderosos de México (Sinaloa y Jalisco Nueva Generación) han llevado su guerra a Colombia, enfrentándose de manera directa e indirecta a través de los Grupos Armados Organizados, por el control de toda la cadena de producción de cocaína colombiana desde el cultivo de la hoja de coca, comprando hectáreas con sembradíos e instalando laboratorios donde procesan el alcaloide en el país andino para luego llevar a México.

Además de la que le compran a estos grupos ilegales que tienen sus propios laboratorios, los cuales han sido afectados y reducidos drásticamente por las capturas y/o muertes de sus líderes o cabecillas por parte de las autoridades colombianas.

Los grupos criminales modificaron sus operaciones para el trasiego de droga vía aérea, al emplear ahora aviones más veloces -con turbinas- y de mayor capacidad de carga, en lugar de los de hélice, reveló el jefe del Área de Operaciones del Sistema Integral de Vigilancia Aérea (SIVA) de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).

Actualmente está surgiendo el empleo de aviones tipo Gulfstream y Learjet para traficar en el menor tiempo posible drogas, armas y dinero de Sudamérica a México, con destino a Estados Unidos.

El gobierno mexicano cuenta con tecnología, como es el SIVA, compuesto por cinco radares en tierra y una flota de tres aviones con capacidad de detección, que forman un escudo aéreo en la frontera sur del país para responder a las acciones del narcotráfico.

Este escudo está obligando a los pilotos del crimen organizado a aterrizar antes de ingresar a territorio mexicano, es decir, en Guatemala o Belice.

Con el Sistema Integral de Vigilancia Aérea se tienen identificadas rutas de vuelo y aterrizajes de los aviones vinculados a la delincuencia organizada.

La ruta más común, es Venezuela-Nicaragua-México, y arriban a los estados de Chiapas, Quintana Roo y Tabasco, mientras que las principales zonas de aterrizaje son pistas clandestinas, aeródromos no controlados y campos de alfalfa.

El crimen organizado lleva a cabo el trasiego de droga, vía aérea, casi siempre por la noche, lo que a veces complica la detección, intercepción y el seguimiento a la aeronave sospechosa, porque es más difícil mantener el blanco de noche, de manera visual, y se tiene que utilizar la tecnología para complementar la deficiencia humana.

De acuerdo con información de la Sedena, los grupos criminales tardan entre cinco y 10 minutos en descargar una aeronave con droga que logra ingresar a México por la frontera sur.
AM.MX/fm

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