CIUDAD DE MÉXICO.- La industria minera enfrenta hoy, el enorme desafío de demostrar que puede ser un actor clave en la acción global contra el cambio climático y, al mismo tiempo, tener la capacidad para sostener sus índices de productividad.
Durante décadas, la minería ha sido vista como una actividad con un alto impacto ecológico, lo que ha generado resistencia y preocupación a nivel social. Sin embargo, la crisis medioambiental, el agotamiento de los recursos naturales y la creciente demanda de minerales para tecnologías de energía limpia han llevado a las empresas mineras a adoptar la sostenibilidad como una de sus directrices más importantes.
“Cambiar el mindset no ha sido sencillo. Sin embargo el sector minero mexicano tiene un fuerte compromiso con el medioambiente y lo demuestra con la incorporación de tecnologías que le permitan migrar a esquemas más sustentables en los aspectos”, afirma Zulma Herrera, Socia y CEO de Mynotauro Co.
El road map de la sostenibilidad
Impulsadas por la creciente preocupación global por los ecosistemas y conscientes de que su éxito a largo plazo depende del uso responsable de los recursos naturales, las mineras mexicanas han comenzado a incorporar iniciativas de manera gradual.
De acuerdo con datos de la Cámara Minera de México (CAMIMEX), en 2022, el sector invirtió más de 5,881 millones de pesos en acciones orientadas a proteger el medio ambiente. Sin embargo, este esfuerzo va más allá de una cifra, se trata de una transformación en la forma en que operan estas compañías.
Zulma Herrera, CEO de Mynotauro, destaca algunas de las iniciativas más importantes que los mineros mexicanos están implementando para avanzar hacia una industria más sustentable:
⦁ Optimización del uso del agua
La minería requiere grandes cantidades de agua para sus operaciones, pero las empresas han adoptado medidas para reducir el consumo de primer uso, utilizando sistemas de recirculación y tratamiento de aguas residuales. También implementan tecnologías avanzadas, como la conversión a residuos mineros filtrados, para maximizar la recuperación de agua en sus procesos.
⦁ Reducción de emisiones de carbono
El sector ha priorizado la electrificación de sus equipos mineros y el uso de fuentes de energía renovables, como la solar y eólica, para reducir su dependencia de los combustibles fósiles y acotar sus emisiones de gases de efecto invernadero. Esto, según la CAMIMEX, ha contribuido a una reducción de las emisiones de CO2 en 10.11 millones de toneladas en 2022.
⦁ Manejo responsable de residuos
Las empresas mineras han adoptado mejores prácticas para la gestión de residuos, clasificándolos adecuadamente y buscando su valorización a través del reciclaje y el reúso. En el caso de los residuos minero-metalúrgicos estos son tratados con tecnologías que minimizan su impacto ambiental y acotan el riesgo.
⦁ Reforestación y restauración de ecosistemas
Como parte de sus esfuerzos por mitigar el impacto ambiental, las compañías mineras están llevando a cabo programas de reforestación en las áreas afectadas por sus operaciones. Estas iniciativas no solo buscan restaurar el entorno natural, sino también generar un impacto positivo en las comunidades.
⦁ Automatización y eficiencia energética
La digitalización de procesos mineros ha permitido una mayor eficiencia en el consumo energético, reduciendo tanto los tiempos de inactividad como el uso excesivo de energía. La automatización y la gestión inteligente de recursos son acciones fundamentales para minimizar la huella ambiental del sector.
Estas acciones contribuyen con el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU, en particular con los ODS 6, sobre agua limpia y saneamiento, 7 sobre energía asequible y no contaminante, 13, acción por el clima y 15, vida de ecosistemas terrestres.
El doble filo de la transición energética
“La transición energética es vital para la industria minera, y a su vez, la minería es clave para que esta transición sea exitosa. Los minerales que extrae el sector son esenciales para la producción de tecnologías de energía limpia, como paneles solares, baterías para autos eléctricos y turbinas eólicas. Por lo tanto, la industria minera no solo contribuye a la transición energética, sino que depende de ella para reducir su propio impacto ambiental” explica Zulma Herrera
Al adoptar fuentes de energía renovable y reducir el uso de combustibles fósiles, la industria minera mexicana se posiciona en el mercado global. Este enfoque, incluso la hará más competitiva y sostenible a largo plazo.
AM.MX/fm