Rajak B. Kadjieff / Moscú, Rusia
*”Es el personaje más grandioso de la historia”.
*Elogios desmedidos de buena parte de la ciudadanía.
*Hay que bajar al puesto 14º para leer un nombre extranjero.
*¿Cuál es el mayor personaje de la nación ex soviética?
Para un 38% de los rusos no lo es ni Alejandro Magno ni Cleopatra ni Napoleón, sino el dirigente Lósif Stalin, el padrecito Stalin, quien desplazó del poder a Vladímir Ilich Uliánov, Lenin, al morir en enero de 1924.
Según una encuesta del Centro de Estudios Sociológicos LIvada, el dictador es el personaje más grandioso de todos los tiempos para la población rusa, que apenas menciona extranjeros entre los primeros diez puestos.
Los cincos personajes históricos favoritos de los rusos lo completan el actual presidente de Rusia, Vladímir Putin (el mejor para el 34%), el poeta Alexander Pushkin, el comunista fundador del Estado revolucionario Vladimir Lenin, y el zar Pedro I el Grande.
Le siguen el primer cosmonauta soviético, Yuri Gagarin, el escritor Lev Tolstoi y el mariscal Gueorgui Zhukov, sin discusión el más destacado mariscal y comandante soviético de la Segunda Guerra Mundial.
La única mujer del listado se encuentra en el número 9: Catalina la Grande.
Hay que bajar hasta la 14ª posición para encontrar al primer extranjero, el emperador Napoleón Bonaparte, una de cuyas campañas más célebres fue la invasión de Rusia y su desastrosa retirada en 1812.
Está acompañado de Albert Einstein -en el puesto 16º. y el físico y matemático Isaac Newton en el 19º.
El último dirigente soviético Mijaíl Gorbachov (1985-1991) ocupa el último lugar, con solo un 6 % de los votos.
Stalin ha perdido cuatro puntos de apoyo popular en los últimos cinco años, ya que en la encuesta realizada en 2012 lideraba la lista con un 42% de los votos.
El dictador fue el responsable de 20 millones de muertes, entre ejecuciones masivas, víctimas del Gulag y de la deportación a zonas insalubres y fallecidos por la hambruna en Ucrania y otras regiones del país desabastecidas.
El segundo del listado, Putin, condenó en 2007 las represiones soviéticas, en especial las estalinistas, y llamó a no olvidar “el exterminio de estamentos enteros, como el clero, el campesinado y los cosacos”.
El Partido Comunista de Rusia, sin embargo, insiste en que el papel histórico del dictador que gobernó la Unión Soviética entre 1924 y 1953 fue positivo para el país.
Los comunistas, segunda fuerza en el Parlamento ruso, han pedido devolver el nombre de Stalingrado a la actual ciudad de Volgogrado, aunque más de la mitad de los rusos se manifiesta en contra.