miércoles, mayo 1, 2024

Llega líder de la mafia rumana a CDMX

CIUDAD DE MÉXICO.-Hace unos momentos aterrizó en el hangar de la Fiscalía General de la República (FGR) Preda Mihai Alexandru, jefe de la Mafia Rumana, pedido en extradición por el Gobierno Mexicano.

De acuerdo con Grupo Sol Corporativo, fuertemente custodiado por elementos federales, Mihai Alexandru, aterrizó en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México por delitos como clonación de tarjetas.

De un penal federal en Polonia, el imputado y jefe de Florian Tudor, llegó para rendir cuentas ante el gobierno federal mexicano por delitos como el saqueo en cajeros automáticos, realizados mediante tarjetas clonadas que ejecutaba la Banda de la Riviera Maya

Elementos de la INTERPOL y la Agencia de Investigación Criminal, detuvieron y extraditaron a el presunto lider de la Mafia Rumana desde Varsovia, Polonia.

IMPERIO CRIMINAL DE FLORIAN TUDOR, MÁS VIGENTE QUE NUNCA

Hace un año y tres meses fue detenido en Quintana Roo, Florian Tudor, a solicitud de una orden de aprehensión provisional con fines de extradición de Rumania; el gobierno federal informó que con ello acabarían los saqueos en cajeros automáticos, realizados mediante tarjetas clonadas que ejecutaba la Banda de la Riviera Maya, encabezada por Tudor, conocido en la mafia como “El Tiburón”.

Hoy, a 15 meses de su captura y de hallarse confinado en el penal de máxima seguridad El Altiplano, en Toluca, Estado de México, la situación en la Riviera Maya y en importantes polos turísticos del país, no sólo sigue siendo la misma, sino que la red de estafadores a nivel internacional se ha extendido a 15 países, en cinco de los seis continentes del mundo, con lo que obtienen millones de ilícitas ganancias en dólares, euros, rublos, libras, francos, etc.

Sus ilícitas operaciones se han expandido de México a Estados Unidos, Argentina, Alemania, Australia, Chile, Dinamarca, España, Francia, Japón, Italia, Israel, Reino Unido de Gran Bretaña, Portugal y Suiza; con especial focalización en la Triple Frontera conformada por Paraguay, Brasil y Argentina, mediante sus principales operadores, entre ellos, su cuñado, hermano de una de sus dos esposas.

La Triple Frontera reviste especial importancia para los estafadores, no solo por su política de gestión o control territorial, sino porque es una de las mayores zonas francas del planeta, conocida por la corrupción, la permeabilidad de las fronteras, el contrabando y la escasa aplicación de la ley.

“Por esa disposición, la también llamada Frontera Seca, representa un caldo de cultivo para este tipo de situaciones y la falta de control policial ayuda a que la delincuencia se desarrolle en este punto”, dijo Miguel Gaspar, director de Paraguay Ciberseguro.

“Caminar por sus pasillos y calles es como estar en una pequeña Torre de Babel, donde en los negocios y comercios se escuchan diferentes idiomas de gente negociando, comprando, ofreciendo diferentes productos y comerciando con diferentes monedas. Es como un panal de miel para las organizaciones criminales que busquen establecerse ahí”, añadió el experto en ciberseguridad.

Y esa conflictiva e importante zona, es controlada por el brazo derecho de Florian Todor, su cuñado, el brasileño Julio Cesar Belmonte do Amaral, que también, paradójicamente, está “preso” desde hace cinco años en “arraigo domiciliario”, lo que le da mayores facilidades para manejar “su negocio”, en comparación con su cuñado Florian Tydor recluido en un penal de máxima seguridad, lo que no tampoco le ha impedido seguir operando.

Tudor, líder de la banda, segura que su esposa es Jucilene Belmonte do Amaral, aunque legalmente está casado Rebeca Tudor, también de origen rumano y señalada como una de sus operadoras financieras para el blanqueo de capitales sucios.

La Banda de la Riviera Maya es señalada por las autoridades de robar millones de dólares u de otro tipo de moneda circulante en el mundo a turistas en toda Latinoamérica y en casi una veintena de diferentes naciones en cinco continentes.

Las autoridades estiman que la banda de Florian Tudor se apoderó de, oles de millones de dólares con el sistema de robo de cajeros y el POS (Sistema de Puntos de Venta, por sus siglas en inglés).

El proceso que se instruye a Cesar Belmonte do Amaral, en el Palacio de Justicia de Ciudad del Este, desde hace 5 años, están prácticamente “empantanado” por las argucias de sus abogados defensores y la inexplicable tardanza de los juzgadores para concluir con el proceso que acabaría con su “arraigo domiciliario”, que le permite alojarse en un hotel, moverse por toda la Triple Frontera y seguir al frente de un sinnúmero de cómplices que continúan operando sin problemas, saqueando cajeros automáticos.

Apenas el pasado 10 de agosto, y luego de cinco suspensiones, se pudo empezar con las primeras audiencias del juicio.

Mauro Barreto, presidente del Colegio de Abogados del Alto Paraná, el Departamento paraguayo donde se desarrolla el caso, dijo que la no comparecencia de los abogados puede ser una de varias estrategias diseñadas para retrasar los procedimientos durante tanto tiempo que los delincuentes cumplen toda su condena en arresto domiciliario, en lugar de ir a prisión.

Este proceso, añadió, “es un ejemplo clave de corrupción. Habíamos solicitado que esto sea investigado, pero pasa que las instituciones no funcionan”.

Cecilia Pérez Rivas, exministra de justicia y actual asesora de seguridad nacional del Poder Ejecutivo de Paraguay, dijo que la decisión de retenerlo en esta ciudad fronteriza, con presencia del crimen organizado, es muestra de irregularidad por el evidente riesgo de fuga.

Las investigaciones contra Belmonte, en Paraguay, datan desde 2016, cuando la fiscal Hermenegilda Cubilla, inició una indagatoria por los delitos de adulteración de cajeros automáticos y falsificación de tarjetas de débito y de crédito.

El brasileño enfrenta cargos por fraude, relacionado con el principal negocio de la banda: robar datos de tarjetas bancarias manipulando cajeros automáticos para luego retirar dinero usando tarjetas clonadas.

Las imputaciones se derivan por declaraciones de otro miembro de la banda y por autoridades locales, que lo señalan como líder de la expansión del grupo en Paraguay, donde una fuente policial dijo que la banda desarrolló también una nueva forma de estafa con la adulteración de POS de comercios locales.

En 2020, OCCRP (The Organized Crime and Corruption Reporting Project) publicó una investigación sobre las operaciones del grupo, al que denominó como la Banda de la Riviera Maya por la región costera mexicana desde donde operaba.

Ya en Paraguay, con Julio Cesar a la cabeza, la banda estableció operaciones en Ciudad del Este, una urbe donde destaca el poder de la mafia por la permeabilidad de la frontera, la falta de presencia estatal y la corrupción, que la convierten en una zona estratégica para el tráfico de drogas, contrabando de todo tipo de mercaderías y trata de personas.

Asimismo, investigaciones del OCCRP detallaron las operaciones de la banda en Paraguay y rastrearon múltiples propiedades en Brasil y en otros lugares que él y otros testaferros de la banda habrían comprado con las ganancias de sus estafas.

Uno de los cómplices de Belmonte, dijo en sus declaraciones que Tudor lo envió a Ciudad del Este desde 2015, con la encomienda de expandir el negocio del grupo en Paraguay, lo que lo acercó a casa, pues Julio César creció al otro lado de la frontera, en la ciudad turística de Foz de Iguazú, junto con su hermana, Jucilene que llegaría a ser pareja de su jefe.

Las operaciones de mafia rumana iniciaron desde marzo de 2014, cuando a través de una empresa fachada de nombre Top Life Servicios, se firmó un contrato con banco Multiva para instalar cajeros automáticos de la marca Intacash en centros turísticos de la Riviera Maya.

Banca Multiva, forma parte de un conglomerado operado por Olegario Vázquez Aldir, miembro de una de las familias más acaudaladas de México, que sería incorporado en el 2018 en el Consejo Asesor Empresarial del presidente Andrés Manuel López Obrador.

Muchas de las tarjetas clonadas en México, fueron utilizadas para sacar dinero en otros países. Los skimmers y recaudadores de la banda operaban en Indonesia, India, Barbados, Granada, Paraguay, Brasil, Japón, Corea del Sur y Taiwán.

Los socios de Tudor colocaban (y colocan) gente que realizaba giros a Rumania por Western Union. El dinero le llegaba a residentes de Craiova, en Rumania, reclutados por Rebeca Tudor, una de las mujeres de Florian. Numerosas personas de esa ciudad, incluyendo trabajadores de la construcción, estudiantes e incluso un sacerdote, recogían sumas de hasta 3 mil dólares, según declaraciones de uno de los compinches del Tiburón.

Eduard Costel Raicea, declaró a los fiscales que trabajaba en una casa que estaba construyendo Rebeca, cuando ella se le acercó a él y a otros 10 compañeros y les pidió un favor.

“Nos pidió que recibiéramos un dinero de México por Western Union que su marido le hacía llegar, pero como era una cantidad muy grande de dinero, no podía retirarla y lo necesitaba para terminar la casa”, testificó.

Les dio a cada uno de ellos un pedazo de papel con un número de control de transferencia y ellos retiraban cantidades que fluctuaban entre 2 mil 800 y 3 mil euros y a cada le dio 100 leis rumanos (20 euros). Cada leis rumano equivale a 4.12 pesos mexicanos.

En 2016, Rebeca recibió 109 mil 755 euros en dos envíos realizados por su marido, que en ese momento dirigía su operación criminal en México. Ese año y el siguiente, recibió otros 299 mil 419 euros, de parte de Adrian Enachescu, hermanastro del Tiburón y accionista de Top Life Servicios, y en enero de 2019, Rebeca giró 127 mil dólares a Enachescu en México.

La transferencia originó que un funcionario del banco la llamara al día siguiente, a lo que ella argumentó que era la devolución de un préstamo, pero de hecho había descubierto la manera de cómo la banda lavaba dinero a través de préstamos inmobiliarios.

Previamente, Rebeca había vendido un apartamento en Craiova por 92 mil euros, a través de una sociedad que creó en 2016 llamada Seven Residence SRL, compañía que había estado usando para blanquear los fondos que iba recibiendo de la banda con préstamos a esa sociedad.

Con las ilícitas ganancias construyó un edificio de apartamentos que posteriormente vendió. El comprador le dio un anticipo de 30 mil euros en la cuenta de Seven Residence; esa vez la compañía le envió 48 mil euros a su cuenta personal y nuevamente justificó el dinero como reembolso de un préstamo.

Rebeca añadió a su cuenta 51 mil euros a través de un depósito en efectivo que, según fiscales, le fueron entregados por familiares de Velcu, incluidos 20 mil dólares que había enterrado en su jardín. Después, hizo la transferencia a México.

Los registros de propiedad muestran que Tudor también es dueño de un condominio de 1.37 millones de dólares en Sunny Isles Beach, un lujoso barrio de Miami. Él y Juceline Belmonte do Amaral compraron esa propiedad en enero de 2016. En julio de ese año compraron un muelle adyacente por 94 mil 500 dólares.

En enero de 2020, crearon una compañía en Florida llamada Jucilene Amaral & Florian Tudor LLC, que luego usaron para obtener una hipoteca de 400 mil dólares sobre la propiedad.

Por otra parte, la relación de Tudor con Belmonte do Amaral coincide con inversiones inmobiliarias de este último en Brasil, su país, y con actividades en la región de Foz do Iguaçu.

En 2016, la policía paraguaya de Ciudad del Este, al otro lado del río desde Foz do Iguaçu, donde nació Belmonte, detuvo a dos rumanos que conducían un vehículo registrado a nombre de Julio, uno de sus hermanos. Llevaban tarjetas bancarias clonadas y un lector de banda magnética.

Uno de los hombres, Marian Zarcu, trabajaba para Tudor, coordinando equipos que retiraban dinero de las cuentas de las víctimas, según investigadores rumanos. Su detención se derivó luego de que unos desconocidos habían intentado instalar dispositivos con micro cámaras y un lector de bandas magnéticas, en un cajero automático ubicado en el centro de Ciudad del Este.

Según investigadores rumanos, Zarcu, conocido como “NAS”, trabajaba para Tudor, coordinando un grupo de personas conocidas como “recaudadores” que viajaban por el mundo extrayendo dinero de los cajeros automáticos, usando las tarjetas clonadas de las víctimas.

Las autoridades paraguayas identificaron 106 tarjetas diferentes en posesión de Zarcu y sus cómplices, que contenían datos de cuentas de bancos no solo en Estados Unidos y México, sino también en Argentina, Chile, Europa, Israel y Japón.

En Puerto Vallarta, Jalisco, Zarcu era dueño de una casa y en Rumania accionista de tres empresas. Una de ellas tenía tres licencias de taxi en un pueblo cerca de Bucarest, según registros judiciales.

Dos años antes, Tudor le había comprado una empresa en México a otro de los hermanos de Jucilene, Juliano Belmonte do Amaral. Una casa de cambio de divisas, que actualmente opera una red de agencias en toda la Riviera Maya y en otros destinos turísticos de México.

Al igual que en México, donde la banda de Tudor se estaba expandiendo en ese momento, Belmonte do Amaral se puso a trabajar robando dinero de cajeros automáticos locales.
Uno de los testimonios de un cómplice detenido, reveló que de inmediato comenzaron a ganar grandes cantidades de dinero y que él personalmente procesó más de 100 millones de dólares en el transcurso de tres o cuatro años.

“He visto dinero en mi vida que ni siquiera puedes imaginar”, le dijo a OCCRP. “Llevaba 700 mil, 800 mil, un millón de dólares en pocos días”y Belmonte supervisaba a otros skimmers (delincuentes especializados en clonar tarjetas), para canalizar parte del dinero de Paraguay a Brasil, donde se invertiría en bienes raíces.

Además del skimming (robo de información) de cajeros automáticos, la Policía dice que la banda también fue pionera en otra estafa que apuntó a restaurantes locales y otros comercios en Ciudad del Este.

Niños y “soldados” adolescentes se robaban los POS de un comercio, al que luego le instalaban un dispositivo que daba acceso a los detalles de todas las tarjetas que realizaban transacciones. Posteriormente, reinstalaba la terminal de pago en otro negocio, a veces con la complicidad de empleados, y usaban la información para vaciar las cuentas de los clientes que usaban la máquina para sus compras.

Buena parte del dinero que la banda de la Riviera Maya obtuvo en Paraguay se invirtió en inmuebles brasileños. En Brasil le fue entregado dinero en efectivo a Jucilene, para construir una casa en Foz de Iguazú. También se identificaron otras propiedades en esa ciudad registradas a nombre de otros miembros de la familia Belmonte do Amaral y de testaferros de Tudor.

Jucilene Belmonte do Amaral tiene cuatro propiedades a su nombre en Foz. Una se compró en 2015 por poco más de 530 mil dólares y las otras tres en 2019 por 172 mil dólares.

Cleusa Belmonte do Amaral, madre de Jucilene y Julio Cesar, compró una de las propiedades en marzo de 2014 por poco más de 25 mil dólares a Johny Araujo do Amaral.
Otras fueron adquiridas por la esposa de uno de sus hermanos, Jucivaldo Belmonte do Amaral, quien también habría estado involucrado en el skimming.

En 2016, Jucivaldo pasó cuatro días en una cárcel de Florida luego de que la Policía descubriera en un registro una tapa de botella de plástico llena de cocaína y 46 tarjetas de crédito falsas en un vehículo que usaban él, Johny Araujo do Amaral y otro asociado.

En 2014, cuando agentes de seguridad registraron la maleta de Julio César Belmonte do Amaral en el aeropuerto de Asunción, encontraron una caja con el nombre y la dirección de Jucivaldo en Foz de Iguazú.

Contenía tarjetas de crédito de plástico blanco, que se pueden utilizar para clonar, así como teléfonos celulares, dinero en efectivo y 18 tarjetas de varios bancos. En agosto del mismo año, la esposa de Jucivaldo compró dos unidades en un condominio por más de 23 mil dólares cada una y en julio de 2014 Tudor y Jucilene adquirieron otra propiedad en esa ciudad por 232 mil 400 reales brasileños (100 mil dólares).

Por todo ello, la Fiscalía de la Unidad Especializada contra Delitos Informáticos de Paraguay solicitó la colaboración de 15 países para complementar las investigaciones contra Julio César Belmonte Do Amaral, lavador de dinero del líder de la mafia rumana, Florian Tudor.

La fiscalía solicitó el apoyo de Estados Unidos, México y Argentina y amplió su petición a Alemania, Australia, Chile, Dinamarca, España, Francia, Japón, Italia, Israel, Reino Unido de Gran Bretaña, Portugal y Suiza.

Asimismo, 19 de las 20 empresas ligadas a Florian Tudor, “El Tiburón”, que operan principalmente en Cancún, Quintana Roo, se mantienen sin sanciones en México.

Si bien algunas de estas, como es el caso de Intacash Top Life Servicios, S de RL de CV, fueron catalogadas como empresas fachadas, únicamente una figura en el Padrón de Contribuyentes con Operaciones Presuntamente Inexistentes, del Servicio de Administración Tributaria (SAT).

Se trata de Momvavi Grupo Constructor, S.A. de C.V., la cual fue inicialmente constituida por Alejandro Enrique Arcos Romero y Adriana Martínez Hernández, en 2013.

De acuerdo con las investigaciones de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), Momvavi Grupo Constructor realizó transferencias a cuentas bancarias localizadas en Estados Unidos, Bulgaria, España, Hungría, Panamá, Suiza y Rumanía.

Además, junto con otras tres empresas (Ability Project, S.A. de C.V.; Commonwealth Financial, S.A. de C.V., y Tecnología para la Industria de la Construcción, S.A. de C.V.) fue utilizada para enviar dinero a los operadores de Tudor.

En tanto, las otras 18 empresas se mantienen fuera del padrón de empresas fachada del SAT, y cambiando en constantes ocasiones de accionistas, comisarios y representantes.
Las empresas son: Ability Project, S.A. de C.V., Commonwealth Financial, S.A. de C.V., Tecnología para la Industria de la Construcción, S.A. de C.V., Inmobiliaria Investcun, S.A. de C.V., Intacarrent, S.A. de C.V., Europa Invest S.A. de C.V., Brazil Money Exchange, Intacash Top Life Servicios, S. de R.L. de C.V., Corporativo de Asistencia en Salud GAMA, S.A. de C.V., Party Brothers, S.A. de C.V.

Servicios Dolby, S.A. de C.V., Servicios Corporativos Mimoga, S.A. de C.V., Alto Mundo Gym Technology, S. de R.L. de C.V., Zamarripa Consulting, S.A. de C.V., Mercadotecnia Royal, Mexrou Comercializadora, S. de R.L. de C.V., Intaller, S. de R.L. de C.V., D&d Events Act e Intacarrent, S.A. de C.V.

Por lo anterior, los gobiernos de Estados Unidos, México, Argentina, Alemania, Australia, Chile, Dinamarca, España, Francia, Japón, Italia, Israel, Reino Unido de Gran Bretaña y Portugal y Suiza, colaborarán para esclarecer las transferencias entre cuentas nacionales y extranjeras, relacionadas con la mafia rumana.

Cabe recordar que el ser detenido Julio Cesar Belmonte do Amaral, en el 2014, de inmediato se puso en contacto con abogados vinculados al poder político de Paraguay. Uno de ellos, Ulises Quintana, exdiputado por el Partido Colorado y ex candidato a intendente de Ciudad del Este por el mismo partido.

Cuando Quintana era diputado, fue suspendido por vínculos con el narcotráfico en investigaciones entre 2018 y 2019. Fue procesado y acusado por lavado de dinero y asociación delictuosa e incluso estuvo preso en 2020.

Sin embargo, salió de la cárcel, recuperó su escaño en la Cámara de Diputados y continuó en el plano político, pese a que este año fue designado por el gobierno de Estados Unidos como “significativamente corrupto”.

No obstante, es un hecho que la defensa de Belmonte ha sido exitosa, pues a pesar de estar “preso domiciliariamente”, puede moverse como pez en el agua y sigue operando a favor de Florian Tudor, que también está tras las rejas, pero al igual que su subalterno tampoco ha perdido poder y sigue manejando su organización.

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