Teresa Gil
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Nos impusieron su nombre los colonizadores, derivado de romero, pero nuestro quelite, el Iztaquilitl ancestral, los ha vencido. Se conoce como romerito esa planta salina que crece en las alturas que solo puede darse en México. Habrá otras similares en el mundo, se habla de 120 especies afines, pero la característica de la nuestra es única. Es la Suaeda edulis, su nombre científico, que la configura como un vegetal comestible, de rendimientos extraordinarios. No por nada, es enfrentada a las imposiciones y se yergue como el guajolote, la cuetlaxóchitl nuestra flor roja, la cenpapusúchitl y miles de aportes mexicanos, como la defensa a nuestras tradiciones. Nos habrán enviado santos closes, renos, reyes migrantes, estrellas que fulguran, niños en pesebres, pero la sencillez y humildad de una planta los ha vencido: todo el centro que dio vida y levantó a la gran Tenochtitlan, comió y come romeritos en estas fiestas. Y en otras épocas del año, porque ya es anual.
LOS ROMERITOS, DIGNA REPRESENTACIÓN VEGETAL DE MÉXICO
Una planta puede exaltar y defender el valor de un país. Otros estados del mundo se han representado por un vegetal. Ejemplos son decenas de países en el mundo, Francia con la flor de lis, el lirio, Reino Unido con el narciso, Guatemala con la orquídea y así por el estilo. México se indentifica con la Dalia que tiene mas de 20 expresiones diversas, y presume ya su árbol el ahuehuete, la Cuetlaxóchilt nuestra flor navideña, la Cempasúchilt flor de los que se fueron, entre muchos, pero los romeritos como alimento se ramifica a todas las clases sociales y está presente como vigilante ancestral, que defiende nuestra historia, Ya los aztecas sobre todo, lo usaban como su refugio alimenticio e incluso como ofrenda para sus dioses. En el centro se distribuye en el valle de México, solo en la capital con centenares de toneladas anuales que cambian de cifras, y otras tantas en el Estado de México. Datos oficiales ya daban en diciembre del 2022, un total de 3 mil 57 toneladas por ese año. Las formas de cocinar son muchas y acompañantes diversos, papas nopales, almendras, cebolla, ajo, nueces, camarones, etcétera. El mole fue su principal presentación en estas épocas y acaba de enriquecer las mesas de muchos mexicanos acompañando a la pierna adobada con chiles mexicanos, que también son una representación culinaria nuestra. Ya nos está dando hambre.
EL GOBIERNO MEXICANO EXALTA A LOS ROMERITOS POR SU VALOR NUTRITIVO
A través de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, el gobierno mexicano reconoce el valor alimenticio de esta planta tan singular, que crece en 95 por ciento en la zona central aunque suele extenderse a otros lugares como Jalisco y Michoacán, Las características del centro altura, tierras saladas y cercanía de afluentes, son propicias para que nosotros tengamos esa planta en varias etapas del año. Se espera que para enero y febrero siga creciendo para extender tradiciones. De acuerdo a la información oficial coincidente con la de la UNAM y expertos alimenticios, los romeritos son altamente alimenticios, tienen hierro, fibra, antioxidantes “protegen las celulas de la oxidación y contiene proteina vegetal”. Sus vitaminas son la A y la C, además de otros nutrientes. No por nada las monjas españolas en sus refugios conventuales, cocinaban los romeritos desde la etapas coloniales, copiada de los ancestros que con insectos los valoraban como fuentes de energ{ia. Su proteína vegetal con los pequeños insectos generaba una absoluta proteína para reafirmar los órganos. Por eso en las recetas actuales se les agregan camarones y otros mariscos.