viernes, abril 19, 2024

LIBROS DE AYER Y HOY: Los ignorantes de Los Pinos

Teresa Gil
laislaquebrillaba@yahoo.com.mx

La respuesta a tres preguntas pueden llevarnos a la verdad de por qué Felipe Calderón Hinojosa (Fecal), dice que no conocía los enjuagues de Genaro García Luna: ¿Hubo un pacto de silencio de todos los que gobernaron durante décadas en el país, acerca de los asuntos realmente graves? ¿tuvimos siempre, pese al gastazo, mala información de inteligencia? o ¿los gobernantes eran realmente limitados para no decir tontos, como para no darse cuenta de la gravedad de un asunto? En esa bruma que encubre el pasado de nuestras vidas, los casos similares se dieron a montones en todos los sexenios y en la tranquila esfera de los Pinos presidenciales, nadie sabe nadie supo. Preguntas que la historia recogerá sobre la muerte de Rubén Jaramillo, la orden de la matanza de Tlatelolco, la del 10 de junio, de los asesinatos de Luis Donaldo Colosio, el cardenal Posadas Ocampo, Francisco Ruiz Massieu, la agresión a las mujeres de Atenco, el caso de los estudiantes de Ayotzinapa, para señalar unos cuantos En estas situaciones en las que trasciende la vida, no se mencionan los grandes desfalcos y saqueos en el país, que fueron cubiertos simple y llanamente con la sombra de la desinformación y la falta de respuestas. En esos intríngulis están los fraudes presidenciales, el uso permitido desde las presidencias de oscuros gastos electorales como el de Odebrecht, etcétera, etcétera.

¿POR QUÉ HUYE FELIPE CALDERÓN SI NO CONOCÍA LOS NEGOCIOS DE GENARO?
La marcha hacia España de Fecal, no tan sorpresiva porque ya había habido otros viajes recientes mientras se trataba el asunto de su ex secretario de seguridad en Estados Unidos, se debe, según informó, a negocios que desempeñará en aquel país durante seis meses. En ese lapso ya se sabrá el resultado del juicio de García Luna. Quien lo atiende allá es José María Aznar, a quien tal vez apoyó para que le dieran el honoris causa en la Universidad Autónoma de Hidalgo hace como cinco años y quien por su cuenta apoyó la sangrienta guerra de George W. Bush en Irak, no solo de palabra sino con aportes. A ese fue al que premió una de nuestras universidades. Hace unos días, en la desaforada conducta que tiene Fecal, estuvo cantando y haciendo bromas sobre su situación, al parecer bebido. El juicio a García Luna que ya tiene 70 testigos y su jurado estaba por integrarse, podía durar meses. Si hay una acusación directa que involucre a Fecal, no hay que olvidar que España si tiene relaciones de extradición. El presidente AMLO ha negado que iniciará investigaciones dado que no son necesarias realmente, porque se espera que de ese juicio salga todo, como el mismo presidente lo ha ha sostenido. De lo que salga se sabrá, además, si hubo bloqueos o intervención de la parte estadounidense.

EL JUICIO A GARCÍA LUNA Y EL SILENCIO DE LA ALIANZA VAMOS POR EDOMEX
En opiniones, el juicio de García Luna es uno de los más cruciales de este tiempo para nuestro país, y en el mismo se juega el futuro de la derecha mexicana. Pero se puede llevar entre los pies a la coalición anunciada por el PRI, PAN y los secundarios PRD y Nueva alianza en momentos en que se evidencian ya los desmanes de esos partidos en el Edomex. El pasado 14 de enero formalizaron la coalición (entrega del documento al Instituto Electoral local, IEEM). Como andarán las cosas, que la misma precandidata de los cuatro partidos Alejandra del Moral ha confesado que en estos tiempos se tiene que tener mucho valor de quien milite en el PRI. Y más con la amenaza que se cierne sobre esa coalición con el salpique del juicio en lo que le toque al PAN. Con lo que se dirima en ese juicio se sabrá la verdad del gobierno del PAN, con Fecal. Y ya hay algunos dirigentes panistas que están curándose en salud al negar que se les quiera involucrar en este desarrollo. Pero hay que tomar en cuenta que la situación de Fecal con García Luna se prolongó por mucho tiempo como para que no la haya conocido. Estaba además la llamada inteligencia presidencial a su disposición. Negarlo es absurdo y lo confirma con su huida.

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