Teresa Gil
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Hay grandes diferencias entre los dos Nóbel sudamericanos, Gabriel García Márquez y Mario Vargas Llosa, aunque ambos hayan sido miembros del Boom y que los hermane también el mes de su muerte. El 17 de abril se cumplen once años que murió el escritor y Nóbel García Márquez. Y parece que el mes se ensañó en notables escritores, porque Miguel de Cervantes Saavedra murió en ese mes, pero ya más cercanos Eduardo Galeano el 13 de abril de 2015 y en ese mismo día, pero de 2025, el peruano Mario Vargas Llosa, como lo acabamos de saber. La diferencia de edades entre Gabo y Vargas Llosa era de nueve años, pero mientras el colombiano recibió el Nobel a los 55 años en 1982, el peruano lo obtuvo en 2010, a los 74 años. Debe haber sido un golpe para su orgullo. Independiente de la grandeza de sus respectivas obras, como para llegar a un Nobel (aunque hay notables excepciones), hay que reconocer que aunque Vargas Llosa tiene una gran obra no hay una que relumbre a nivel universal como sucede con algunas de Gabo, Cien años de soledad, entre ellas.
DIFERENCIAS IDEOLÓGICAS SEPARAN A GARCÍA MÁRQUEZ DE VARGAS LLOSA
Pero lo más acendrado entre ambos escritores, es la diferencia ideológica. No fue quizá la causa de la golpiza que le dio el peruano al colombiano allá por Bellas Artes hace años, y más cuando su relación se instaló en las buenas costumbres y en general, según trascendía, no exhibía encono. Y mas que García Márquez se había refugiado en México y tras larga enfermedad, murió hace once años. La diferencia era ideológica y bien expresada públicamente por ambos. Mientras el colombiano era una persona sensible, humanista, cercana a la izquierda, Vargas Llosa sobre todo en sus últimos años, había aflorado su derechismo, aquí y en España en donde se había sumado como marqués, a la cercanía franquista. Aquí tuvo nexos muy cercanos con la derecha sobre todo la intelectual que representan Enrique Krauze, Héctor Aguilar Camín y otros.
RECORDAR DE NUEVO, LA GRAN OBRA DEL COLOMBIANO GARCÍA MÁRQUEZ
Por su cumpleaños 98 el pasado 6 de marzo, Gabo merece que recordemos su obra. Pero mientras, la desaparición del peruano todavía retumba en muchos lados y hay que recordar que las fechas nos comprometen. Frente a las grandes pérdidas la de García Márquez todavía nos afecta a los mexicanos. Vale recordar que el seis de marzo de 1927, nació aquel extraordinario ingenio que adoptó a México como su segunda patria. Cumplió 98 años de haber nacido y murió en México. Recordaré de nuevo algo de su historia como antiguo periodista y como lo que finalmente deslumbró, su trabajo como escritor. Los gruesos volúmenes que contienen buena parte del trabajo reporteril de Gabo, (Mondadori, varias ediciones desde 1980, con textos escritos a partir de 1948) reúnen centenares de notas cubiertas en muchas partes del mundo, que ya evidencian, como dice Jacques Gilard, en uno de los prólogos, la ficción que haría de García Márquez uno de los escritores más extraordinarios del mundo. La pequeña duda es si en esas notas informativas, ya se colaba la realidad con una ficción que daba otro sentido a la información. Respecto a eso, él mismo aconsejó a una reportera ganadora del Pulitzer a la que le habían descubierto la trampa de la información- y pérdida del premio, desde luego- que mejor se dedicara a la literatura.
SU OBRA PRINCIPAL, APORTABA MIL 700 TÉRMINOS, EN EL GLOSARIO
La edición especial que la Real Academia Española y la Asociación de Academias de la Lengua Española, dedicaron a los 40 años de su obra cumbre Cien Años de Soledad, en el 2007, contiene alrededor de mil 700 términos en el glosario que se inserta al final del libro, lo que da una idea de la trascendencia de la obra, por más que los expertos ponen énfasis en otras cuestiones y circunstancias. Y en tormo a su muerte, la verdad es que pocas veces habíamos visto una noticia tan difundida como la desaparición de García Márquez. Un cataclismo informativo. Todo primeras planas, todo elogios, muchos conocedores de su obra. Y algo significativo, la lectura que muchos estuvieron dando mientras se realizaba su velorio, más bien de sus cuentos breves.
OJOS DE PERRO AZUL, DIO MÁS FICCIÓN A SU MUERTE
En aquellas lecturas recuerdo que salió a relucir su librito Ojos de Perro azul (Club Bruguera 1981, aunque hay otras ediciones, una de 1971 de Argentina) En esa obra que reúne los primeros cuentos desde 1948 a 1955, destaca el que lleva ese nombre, el de una mujer que tenía los ojos cenizos como de perro azul y a cuyo amante solo veía en sueños; lo mismo que le pasaba a él. Ya estaba ahí, desde entonces la ficción extraña, mágica con la que Gabo cubrió al mundo y que ahora, en su cumpleaños número 98, trasciende en un sueño, el suyo, que nos expulsa vida.