Teresa Gil
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Las declaraciones del tal Sergio Goyri, un pelafustán racista, subproducto telenovelero, proyecta la opinión que le merece a ese tipo de personas los indígenas. Su “pinche india” encabritó las redes y llenó de indignación a miles de personas. Las insistentes agresiones contra la maestra Yalitza Aparicio, quien sorprendió al mundo como actriz novel en el filme Roma, es solo una demostración de lo que se vive en México en la escala de valores. El color de la piel sigue determinando el precio que se le pone a un ser humano como una extensión de lo que pasa en Estados Unidos con los negros, en Brasil, con un Bolsonaro ya agorilado, en relación a los-indígenas del Amazonas y el abandono que sufre Haití, con su población mayoritariamente negra. Las expresiones racistas como parte del iceberg que se asoma, exhibe ya la profundidad de lo que puede aflorar en las sociedades. Así estaban las cosas contra los judíos mucho antes de que estallara la Segunda Guerra Mundial. Así eran las expresiones a veces mortales de los blancos en algunos estados del vecino país, como Georgia, contra una población negra que finalmente, lo quisieran o no eran parte – y lo son-, del mismo país. Así sucede en México con los indígenas, dueños originarios de este territorio y hoy desplazados, sobajados y robados por los que se asumen como una mayoría blanca o mestiza. Lo que sucede con el saqueo y depredación de los pueblos originarios, lo que vemos con la justicia que se aplica a los indios, el papel que se destina a las etnias, en oficios subalternos, es la expresión real de los que creen que merece el color moreno de la piel.
AQUEL DESPRECIO AL CRISTO MORENO QUE PRESENTÓ LA BBC DE LONDRES
El estudio antropológico que promovió la BBC de Londres hace dos décadas, tenía como fin buscar los orígenes del cristo judío y presentar una imagen real del que presuntamente vivió y actuó en oriente. El presupuesto y el número de expertos de muchas disciplinas, fue impresionante. Los resultados circularon durante años en videos con imágenes que acercaban al vidente del mundo, a una realidad aproximada. Y que descubrían la situación extraordinaria de la gente que vivió en Judea o en zonas cercanas, con costumbres de gran avance social, higiénicas y comunitarias. Y la imagen del cristo que resultó ser de un hombre moreno, muy similar a la gente que vive en esa zona. Un hombre de pelo ensortijado, de nariz amplia como la de ciertas etnias árabes, ojos grandes y vestidos y un color moreno propio de los habitantes del desierto. Al ser presentada la imagen, ardió Troya. El mundo racista que se había parapetado fuera de toda lógica, en un cristo rubio de largos caireles, con ojos azules, se indignó, rechazó y puso el grito en el cielo ante aquel ser totalmente desconocido al que consideraban una herejía. Ese es el mundo peligroso que afloró antes en las dos grandes guerras, que se expresa permanentemente en muchas partes del mundo y que ahora se ensaña con una joven talentosa, bella y sencilla, como Yalitza Aparicio.
EL RÉGIMEN CIERRA EL PASO AL RASCISMO Y CONVOCA A AFROMEXICANOS
Desde la etapa pre electoral, el actual gobierno fijó su postura frente a un mundo indígena que no ha sido integrado plenamente y que fue utilizado para fines políticos. En la toma de posesión hubo una ceremonia relevante, ritos y giros propios de etnias mexicanas que se acercaron y ofrecieron su apoyo al gobierno. Pero los afromexicanos no aparecían en escena. Son grupos numerosos que viven en Guerrero, Oaxaca, Veracruz y Michocán entre otros estados y representan el 1.2 por ciento de la población nacional, y que a diferencia del sector indígena que ha recibido atención, estos sectores han sido olvidados de los gobiernos. La convocatoria aparecida en varios medios hace algunos días, ya fija la postura del nuevo gobierno, llama a ese sector a participar en el cambio y se prepara un proyecto de desarrollo a la par de investigación para profundizar en el conocimiento de estos connacionales que han hecho grandes aportes-sobre todo agrícolas- al país. El color moreno toma fuerza. Aquí la primera parte de La canción del bongó, de Nicolás Guillén ( Antología mayor Juan Pablos Editor 1972), donde el gran poeta cubano fallecido en la Habana en 1989, hermana a todas las razas y colores. Lo hace a partir de un instrumento y un género musicales que las convocan:
ESTA ES LA CANCIÓN DEL BONGÓ
_ Aquí el que más fino sea
responde si llamo yo
Uno dicen: ahora mismo
Otros dicen: allá voy
Pero mi repique bronco
pero mi profunda voz
convoca al negro y al blanco
que bailan el mismo son
cueripardos o almiprietos
más de sangre que de sol
pues quien por fuera no es noche
por dentro ya oscureció
Aquí el que más fino sea
responde si llamo yo.