El ruso Dostoievski como otros autores, revive en la realidad actual de un país, lo que relataron en sus novelas
Teresa Gil
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La gran versatilidad de Fiódor Dostoievski se expresa hasta en la fecha de su nacimiento. En La Jornada cultural se señala el once de noviembre, Google menciona el 21 y las famosas obras completas de Aguilar Ediciones lanzadas por primera vez en 1968, lo sitúan en su llegada al mundo el 30 de noviembre ¿Cual será la fecha que se conmemorará ahora que el gran escritor ruso nacido en 1821, cumplirá 200 años? Al abordar otra vez su obra en este momento, se demuestra que no hay nada nuevo debajo del sol. Sus grandes novelas y relatos se meten por todos lados y mencionan hechos que parecen una calca de lo que sucede actualmente. Nada le era ajeno desde joven. En México las noticias recientes nos traen la prisión preventiva de Emilio Lozoya, los conflictos mineros, un sector de trabajadores sindicalizados que acaba de agredir a miembros de otro sindicato en Zacatecas y la nota de los eventos que transcurren en Glasgow durante la reunión de la ONU, la de la COP26, entre otros. Si revisamos la obra del autor fallecido en 1881, cuando fenecía una corriente romántica que él no abrazó, todos esos asuntos de ahora, con diferentes tiempos y personajes, podrían encontrar parangón. Los escritores suelen ser una de las mejores fuentes de la historia.
CAEN SEGUNDONES Y LOS PUNTEROS POR AHÍ ANDAN ¿SE TIENEN PRUEBAS?
Es coincidente la retractación de dos personajes ya encerrados. Rosario Robles planteó muy girita su intención de negociar su situación y a lo largo de su juicio de más de dos años le fue bajando a su propuesta. En el caso de Lozoya detenido en una lujosa hacienda española no tuvo para donde hacerse por la gravedad de las acusaciones, pero se plegó en los primeros tiempos con una actitud que presagiaba prontas verdades. Con los meses y un año y medio después, la situación se fue cayendo. El hombre volvía a su vida de siempre en medio del descaro y la poca prudencia ante un público que lo tiene en la mira. Su debilidad por el pato Pekín lo traicionó y en poco tiempo su situación ha variado; hoy está en resguardo ¿Que hay detrás de esos bamboleos? La opinión pública que se basa en aprehensiones, cree tenerlo muy claro; considera que hubo advertencias. En una situación parecida está Emilio Zebadúa pero su memoria respecto a los dos mencionados arriba, parece menor. La caída de Lozoya plantea diversos puntos en los medios y según la urraca y de que medio proviene, es el copete. Para unos es un fracaso del gobierno, para otros es darle tiempo al tiempo y en la idea de diversos, que aunque hubo complicidades, los mencionados nunca tuvieron un acceso totalmente directo de los enjuagues. Fueron simples mandaderos. Lo que se dice y se prueba de Lozoya. desmiente esto último.
FIÓDOR Y UN COCODRILO VORAZ QUE TENÍA MUCHO ESPACIO PARA ESCONDER
Las obras de Dostoievski son muchas y las más famosas aparte de una reproducción ilimitada, han sido llevadas al teatro, al cine, a la televisión. Y están vigentes por los temas que tratan. Los hermanos Karamasov, Crimen y castigo, El Jugador, El príncipe idiota, Los Demonios, Humillados y ofendidos, son solo algunas. Su primera obra Pobres gentes, la inició cuando apenas rebasaba los 20 años. Entre las muchas que he leído, acompañadas de algunas de sus biografías, he escogido una de humor y sátira que es poco conocida, El cocodrilo (Ediciones Aguilar 1968). En otra crónica también seleccioné una obra de él, similar en humor y de ficción, sobre un monstruo que vivía en un pequeño lago y salía a pasear y a exhibirse ante las mujeres. En El cocodrilo. el autor usa la ficción de un enorme reptil que devora entero a un hombre en un centro de recreo llamado El Paseo. Ante la desesperación de su esposa y el escándalo de los sucesos, ella se acerca al cocodrilo y menciona el nombre de su esposo y cual sería su sorpresa que el hombre le responde desde el interior del cocodrilo y le dice que quiere quedarse ahí un tiempo, que está bien y tiene todas las necesidades cubiertas por lo que recibe del animal. El autor expone su propia sabiduría al llevar al presunto devorado a decir que se retira un tiempo del mundo para reflexionar, pensar en la filosofía y en sus autores favoritos. El narrador describe entonces los efectos de los hechos reflejados en una prensa escandalizada, como suele a veces suceder y aprovecha no solo para contar el extraño suceso sino para denunciar todo lo que puede hasta la basura de las calles y para criticar al gobierno. También grupos evangelistas aparecen y meten su cuchara. La pequeña obra es una crónica de lo que sucedía en Rusia en 1865 la fecha del desarrollo del escrito. Aparece en el tramo que vivía Dostoievski en Moscú. Es una pieza poco conocida, pero que como en toda su obra exhibe las realidades del momento y en México viene como anillo al dedo al hablar de espacios tan amplios en el interior de una bestia, como la enorme panza de un cocodrilo dispuesta a dar cabida a corrupciones, complicidades, fugas y traiciones.