sábado, diciembre 14, 2024

LIBROS DE AYER Y HOY: Sesión Permanente y la paradoja legal de México

Teresa Gil

laislaquebrillaba@yahoo.com.mx

 

 Sesión permanente es una obra de teatro que debería de ser vista por los que ahora salen muy críticos y autocríticos a reconocer que el derecho no se aplica en México. Resulta que desde el propio régimen y sus adláteres, se reconoce que en el país hay impunidad y corrupción y que las leyes no se cumplen. Aquella antigua y gloriosa Constitución de 1917, fue echada de lado.  Abiertamente lo dijeron Salvador Cienfuegos de la SEDENA y Lorenzo Córdova, titular del INE. Pero ¿donde estaban  cuando Luis Videgaray y Miguel Ángel Mancera cayeron en desacato al enfrentar públicamente la ley (causante de remoción)  y ahí siguen muy giritos ¿Que hace el señor Cienfuegos con los graves asuntos que están impunes y en los que se vincula al ejército? ¿Donde estaba Córdova mientras se saqueaba el proceso electoral en el Edomex? Sucede todos los días que los funcionarios violen la ley en México, pero que públicamente lo proclamen, no es parte de los protocolos a los que estamos acostumbrados. El derecho es solo un instrumento para los que ejercen el poder; lo aplican a su modo, lo mandan interpretar a su conveniencia y terminan escudándose en él para lograr sus propósitos. En el Edomex, por ejemplo, el derecho se violó de todas las formas y en el más descarado, el uso del presupuesto federal para aplicar programas sociales, ya llevaban la respuesta a los opositores: la ley no lo impide. O sea que se meten a la ley, la escudriñan y buscan el flanco convenenciero para argumentar. Pero el caso de los dos mencionados por desacato no tiene defensa: Videgaray no es experto en derecho internacional, pero tiene asesores y ellos le debieron  haber señalado con mucha insistencia los rubros jurídicos que violaba al meterse a la soberanía de otro estado y el papel en que dejaba a nuestro país, antaño baluarte de la legalidad internacional. Mancera fue más explícito, lo cantó a diestra y siniestra, al señalar que seguiría adelante con su proyecto de alterar el Paseo de la Reforma, independientemente de las decisiones del poder judicial. No sabemos incluso a que arreglos llegó con el juez emisor y con el INAH,  para que se le permitieran seguir adelante con su proyecto. Ambos funcionarios con sueños futuros, están en la cuerda floja. Uno derrotado a nivel internacional -con información que dio la vuelta al mundo-, vapuleado por una inteligente mujer y el otro, agarrado de un anhelo imposible y dando extrañas volteretas como la petición de renuncia de su gabinete la tercera semana de junio. A lo largo del tiempo, la ley mexicana, elevada a norma constitucional, ha sido sometida a muchos vaivenes. Sesión permanente, diseño del dramaturgo Luis Mario Moncada con participación y propuestas  de los  alumnos de la Facultad de Derecho de la  UNAM y actuada por  alumnos de la generación del 2014  del Centro Universitario de Teatro (CUT),  de la propia UNAM, da una visión de las vicisitudes que atraviesa el derecho a través de las ideas de los que lo formulan. Por un lado, las palabras excelsas de Morelos en sus Sentimientos de la Nación y por otro, de los grandes constitucionalistas y teóricos como Ignacio Ramírez, El Nigromante ( 1856) acerca del carácter social de las constituciones y Francisco Mújica (1917) sobre el artículo tercero. En contraste, la triste opinión que le merecen las mujeres a Alfonso Cravioto diputado del Constituyente (1917) y ex funcionario de Carranza, cuando expone su rasgo misógino al referirse  a la violación. Ese y otro párrafo del discurso también misógino pronunciado por el diputado priista Ernesto Gallardo Sánchez en 1953, cuando se concedió el voto a la mujeres, fueron incluidos para desterrar la imagen idealizada que se tiene de los constituyentes  y la que se atribuyen los priistas cuando se habla de que ellos concedieron el voto femenino. Años antes el Congreso había marginado la propuesta de la activista Hermila Galindo, verdadera promotora de ese voto. Era importante incluirlos porque en el caso de Cravioto se le considera un revolucionario y hay quienes no le desmerecen loas. Pero el texto ahí está. En cuanto a Gallardo Sánchez, un diputado mediocre que no trascendió, dejó ahí sus opiniones. Se actualizan posiciones de esta época, con textos de Sebastián Guillén, Galeano y el primer comunicado de la Selva Lacandona y de Porfirio Muñoz Ledo. Este da, respecto a la reforma del 130 constitucional de 1991, una opinión moderna de la postura sobre la iglesia católica en el país, que puede confrontarse y quizá compaginarse con la muy avezada que dio Francisco Mújica en 1917. El texto juega con  ironía sobre las versiones que se tienen de la Constitución y la aplicación pragmática de publicar la ley o reformarla mientras se dice:  “¡publíquese pero no se cumpla”. Cosa que promueven con sus actitudes quienes salen muy oportunos a criticar la ausencia de cumplimiento de la ley, cuando ellos están insertos en eso. Sesión permanente, que enriquece lo que podría ser muy formal, el texto de  la ley, con coros, música, aplausos, todo con la participación de los alumnos de teatro, tuvo la interverrnción de Enrique Singer y el colectivo Teatro OJO en la dirección. La escenificación que se repondrá en agosto, forma parte del Movimiento Teatro por Dignidad y de los festejos por los 55 años del CUT. El recorrido por la Carta Magna se cierra, sin abandonar la ironía, con el discurso que dio Ricardo Anaya en el 2013 cuando se reformó la Constitución para dar paso a la reforma energética. Anaya, sin dejar de decir algunas verdades, echa vítores a la reforma, habla de cambios importantes en el país y se suma desde la unidad de su partido el PAN, en el Pacto por México con  Peña Nieto· La debacle petrolera es ahora su respuesta.

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