viernes, abril 19, 2024

CONCATENACIONES: Violencia imparable en Veracruz

Fernando Irala

Ahora es Veracruz donde la incontenible violencia que desde hace un decenio azota al país, tiene un repunte alarmante.

Los límites se ensanchan cada vez. Ahora los ejecutados son desde el coordinador estatal de la policía federal y otros elementos de la corporación hasta familias enteras, niños y mujeres incluidos, hasta sumar más de veinte víctimas fatales durante el pasado fin de semana.

Junto con la corrupción, los altísimos niveles de inseguridad fueron un factor fundamental para que la ciudadanía votara el año pasado por un cambio de gobierno.

Una de las promesas de campaña del actual gobernador Yunes fue que en un plazo de seis meses habría mejoras notables en el tema de la seguridad.

En breve está por cumplir siete meses de su mandato, pero las evidencias muestran que Veracruz antes estaba muy mal y que ahora está mucho peor.

Con asesinatos, desapariciones, secuestros y robos al alza, la realidad se impone. La criminalidad ha rebasado con mucho la posibilidad de las autoridades de poner orden.

Al paso que va, la entidad disputará en breve a estados como Guerrero y Tamaulipas las más altas cifras de violencia e impunidad.

Entretanto el mandatario estatal ni suda ni se acongoja. Distraído en inverosímiles aspiraciones presidenciales, la violencia que azota el estado no parece alterarlo.

No se ve cómo Yunes podrá sustentar sus proyectos políticos. Tampoco se entiende de qué forma podrá abatir la delincuencia que hoy opera sin control alguno, en un periodo tan corto y tan contaminado por los intereses alrededor de la elección federal.

Lo cierto hoy es que los veracruzanos viven asediados por delincuentes que cada vez son más crueles y sanguinarios, sin que se vea que los gobiernos de todos los niveles quieran o puedan hacer algo.

Y no hay para cuándo.

 

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