CIUDAD DE MÉXICO, 6 de abril (AlmomentoMX).- Leonora Carrington, la última artista surrealista del siglo XX, nació en Lancashire, Inglaterra en 1917. A pesar de provenir de una familia conservadora y prominente, sus ideas progresistas le ocasionaron ser expulsada de varios conventos.
Su interés temprano por el arte la llevó a estudiar en la Academia Ozefant, tiempo en el que conoció a otro grande del surrealismo, Max Ernst, su primer gran amor. Ella tenía 20 años, él 47.
El confinamiento de Ernst en el campo de concentración Les Milles durante la Segunda Guerra Mundial, conmocionó de tal manera a Carrington que fue necesario su internamiento en un hospital en Santander, España. Después de un tiempo, se encontró con Renato Leduc, diplomático mexicano quien sería su salvoconducto para viajar a tierras aztecas, en donde restableció lazos con artistas como André Breton, Benjamin Péret, Alice Rahon, Wolfgang Paalen, Kati Horna y Remedios Varo, a quien le uniría una gran amistad. Años más tarde conoció a quien sería su pareja por más de seis décadas, el fotógrafo Emerico ¨Chiki¨ Weisz con quien procreó dos hijos.
La obra plástica de Leonora Carrington, fertilizada por el surrealismo y el mundo arquetípico de lo inconsciente, se sumerge en el ámbito mítico y alegórico con una gran fuerza y originalidad. La estudiosa Delmari Romero Keith explora su obra.
Leonora Carrington dijo que su vocación artística fue influida por muchos estímulos; pero cualquier lego diría que su influencia más evidente a primera vista se debe al Bosco con su obsesión medieval por la gracia y el pecado, lo divino y lo demoniaco.
Dijo también que sus temas se le presentaban repentinamente tomándola por asalto; sin embargo, cualquier observador atento pensaría que llegaban a ella luego de hondas reflexiones sobre la vida y el universo.
Lo que dijera resultaba bien recibido porque su nombre, cuando murió a los noventa y cinco años de edad, estaba consagrado entre las creadoras más célebres a nivel internacional gracias a una imaginación asombrosa que sabía aprovechar en sus óleos, dibujos, esculturas, litografías, piezas dramáticas y hasta en los títeres que diseñó para José Horna y el vestuario y escenografía hechos para La hija de Rapaccini que Octavio Paz presentó en las legendarias funciones de Poesía en Voz Alta, a pesar de que Leonora tomó mal las medidas y tuvieron que cortarla adecuándola al reducido espacio del teatro El Caballito.
Escribió un libro de cuentos publicado en la Editorial Era y colaboró en la revista S.nob de la cual salieron sólo tres números bajo la dirección de Salvador Elizondo, Emilio García Riera y Juan García Ponce.
La carrera prolífica de Leonora Carrington en campos como la escultura, el grabado, el cuento, el textil y la novela la colocan como una de las más grandes exponentes del movimiento surrealista y su trabajo lo podrás apreciar, del 21 de abril al 23 de septiembre, en el Museo de Arte Moderno, a través de la magna muestra Leonora Carrington. Cuentos mágicos, en la que podrás conocer sus múltiples facetas a través de diversos periodos en la vida de la artista.
Esta exposición se integrará de 200 piezas entre pintura mural y de caballete, esculturas, gráfica, tapetes, escenografías, máscaras, fotografías, documentos, libros y objetos personales, provenientes de colecciones de México, Estados Unidos y Europa. Podrás apreciar las pinturas: The Giantess (1946), Are You Really Syrius? (1953) y The Inn of the Dawn Horse (Self-Portrait) (ca. 1937-1938), así como el tapete de lana Leo (For Hugh Fremantle) (1975), seis máscaras para la obra de teatro escrita por Carrington Opus Siniestrus (1976) y el collage sobre cartulina con doble vista Papillon nocturne (1949).
Además, en San Luis Potosí será inaugurado el Museo Leonora Carrington, un espacio ubicado en el corazón del Centro de las Artes de San Luis Potosí, y que albergará el Centro Internacional de Estudio y Difusión del Surrealismo, en el que se exhibirán 60 piezas elaboradas por la pintora, donadas en comodato por su hijo Pablo.
AM.MX/fm