Ciudad de México.- La noche del pasado 8 de febrero, el CENTRO DE ESPECTÁCULOS LA MARAKA se convirtió en el epicentro de la música en español al recibir a LAUREANO BRIZUELA. Con un espectáculo que quedará grabado en la memoria de los asistentes, el artista llevó a todos los presentes a un viaje sonoro hacia la época dorada del rock en español.
A las 9:30 pm, la atmósfera se electrificó cuando las luces se apagaron y Laureano Brizuela apareció sobre el escenario. Ataviado con su característico atuendo negro y lentes oscuros, el Ángel del Rock se conectó inmediatamente con su público, agradeciendo su lealtad a lo largo de más de cuatro décadas de carrera. La ovación fue ensordecedora, marcando el inicio de una velada que prometía ser memorable.
Con 1,700 almas presentes, la noche se transformó en una celebración de nostalgia y pasión. Entre los asistentes se destacó la presencia de René Farrait, reconocido por su trayectoria con el grupo Menudo, quien sumó su energía a la velada.
Desde el primer acorde, la banda acompañante y los coros crearon una atmósfera vibrante. Clásicos como América, Yo Sin Ti, Tú Sin Mí, y Gritando Que Te Quiero resonaron en el recinto, amplificados por un sofisticado sistema de audio e iluminación que elevó la experiencia a otro nivel. Cada interpretación fue un estallido de emociones, con el público entregándose a cada nota y verso.
Más allá de la música, Brizuela compartió reflexiones sobre el amor en tiempos modernos, preparando el terreno para una emotiva interpretación de Tiempo Para Amarte. La nostalgia se intensificó con el estreno de una nueva versión de Amándote, un clásico que ha tocado corazones desde 1986.
El repertorio continuó deslumbrando con temas como No Llores Más, Vivir Una Vez, y Quiero Escaparme de Ti, todos coreados con fervor por un público que reafirmó por qué El Ángel del Rock es un pilar fundamental de la música en español.
El clímax de la noche llegó con Enamorándonos, una versión en español del clásico de John Lennon, y otros hits como Muchachita y Sueños Compartidos. La ovación fue abrumadora, con gritos de “¡Laureano! ¡Laureano!” que resonaron en el recinto.
Para culminar la noche, Brizuela ofreció una interpretación apoteósica de Alborada, cerrando el espectáculo con un torrente de gratitud y emoción. Con México en el corazón y su música resonando en cada rincón, Laureano Brizuela demostró que su legado sigue más vivo que nunca.
El artista también anunció su próximo lanzamiento discográfico y un tour que lo llevará por México, Estados Unidos, Centro y Sudamérica, reafirmando su lugar como una leyenda inquebrantable del rock en español.
EDT.MX/CV