CIUDAD DE MÉXICO / SemMéxico.- Este fin de semana inició la 44° edición de la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería, que se desarrollará hasta el 6 de marzo, feria cien por ciento presencial, donde habrá mil 200 actividades, con ciclos científicos, juveniles y de diversidad, pero el dato más sobresaliente es que, en toda su historia, está será la edición con el porcentaje más alto de participación femenina.
En entrevista Fernando Macotela, director de la Feria, informó que entre 2000 presentaciones y actividades, el 45 por ciento serán mujeres entre especialistas, investigadoras y autoras femeninas.
Dijo que “No sé si ese número refleje en temas de mayor interés para las mujeres o de equidad de género, pero en mi impresión esa participación sin duda, se ha incrementado y evidencia no sólo “la oportunidad”, sino el reconocimiento a la producción intelectual de las mujeres.
Explicó que este encuentro librero-literario es el más antiguo del país, con sede en el majestuoso Palacio de Minería, del Centro Histórico de la Ciudad de México.
Inició sus actividades con programa del 23 de febrero al 6 de marzo, un presupuesto de 10 millones de pesos, y un programa cultural que contempla un total de 889 presentaciones editoriales de libros, revistas y publicaciones electrónicas; 154 charlas y conferencias; 37 lecturas, narraciones en voz alta y recitales; 27 mesas redondas, 39 talleres, dos entregas de premios y 46 actividades diversas. Como videos, formato de intercambio con imágenes gif, etcétera.
Entre las actividades de mujeres, en las presentaciones de libros destaca “Cuando la vida era risueña” de Katherine Mansfield, compilación de cuentos de Beatriz Espejo, en co-traducción con Aída Espinoza, y portada de Rafael López Castro. El volumen se presentará el 4 de marzo a las 16 horas en la Galería de Rectores, forma parte de la colección Nuestros Clásicos de la Coordinación de Humanidades de la UNAM.
Cuando la vida era risueña, de Katherine Mansfield, es a decir de Espejo es una selección de sus cuentos favoritos. Dice muy afable vía telefónica: “Mansfield ha sido para mí una escritora tutelar así como para muchas de mi generación y más atrás, Inés Arredondo, Rosario Castellanos, Lupe Dueñas, al menos que me conste. Yo la admiro porque murió a los 33 años, pero supo llevar el cuento moderno a altas cumbres. “Vienen varios cuentos: ‘Las hijas del coronel’, ‘Casa de Muñecas’, ‘Fiesta en el jardín’… Había que traducirla.
Hice una primera traducción que me tomó seis meses, procuré no usar modismos mexicanos, y luego junto a Aída nos sentamos a trabajar, nos tomó un año, desayunábamos juntas algunos días, y luego a los textos. La autora del poema narrativo y novela epistolar Los eternos dioses, que vio la luz en Editorial Lectorum y cuya labor le tomó poco más de medio siglo para desarrollarlo, bordó sobre el título en el que encapsuló los cuentos de Mansfield: “Es que ella fue una niña muy mona, gordita, simpática, su padre era banquero, descubre su vocación de escritora muy joven, era neozelandesa, y consiguió que su papá la mandara a Inglaterra para seguir estudiando…” así se puso en contacto con Bertrand Russel y el mismo marido que tuvo, el editor John Middleton Murry, quien la lanzó.
El título viene cuando ella misma habla de esa primera parte de su vida muy cómoda, en contraste con lo que vivió después como adulta con una vida un tanto más complicada, fue una mujer sexualmente muy libre, criticada. Y en relación a las historias y el éxito de Mansfield: “Los autores somos mañosos, utilizamos un poco de lo real y lo aderezamos con fantasía, que creo es lo que hace Katherida, amén de otros cursos relacionados con esos mismos servicios”.
AM.MX/fm