Para disfrutar en un casino siempre se ha dicho que es necesario saber jugar y tener también la suerte de nuestra parte. Todo ello es cierto. Pero quizás se nos olvida que en cualquier juego y partida necesitamos otro elemento: el crupier. Se trata de la persona que antiguamente se colocaba detrás del jugador para asesorarle, de ahí proviene el término en francés. Ahora, ni asesora ni se coloca detrás. Se sitúa delante de los jugadores y se puede definir como el árbitro del casino, la persona que vela por que las normas se cumplan, el que controla todas las apuestas del juego. Desde tirar la bola en la ruleta y alcanzar los dados con el stick hasta servir las cartas en el blackjack o calcular las ganancias de cada jugador. De todo y más se encarga el crupier.
Es por tanto una pieza fundamental en el engranaje de cualquier casino y un oficio quizás poco conocido pero imprescindible para que estas salas funcionen. Es un perfil muy demandado en ciudades como Las Vegas y Macao, donde más casinos se concentran y donde, por tanto, más crupieres de alto nivel se necesitan.
Cómo ser un buen Crupier
Un buen crupier debe reunir diferentes habilidades. En primer lugar tiene que ser habilidoso con los cálculos y tener buena memoria, pues en pocos segundos ha de sumar las ganancias de los jugadores, en función de las apuestas y resultados de cada uno. También tiene que tener destreza para manejar las fichas y las cartas con soltura y profesionalidad. De hecho, los crupieres entrenan sus movimientos de forma meticulosa.
Además, siempre debe seguir el protocolo marcado por el casino. Es decir, del crupier se espera que sea señorial y amable con los clientes. Debe tener buena presencia y dotes de comunicación, ya que también es quien resuelve los conflictos que se producen durante las partidas. Y, por supuesto, debe ser un gran conocedor de las normas del juego.
Algunos expertos consideran que el 95% de las cualidades de un crupier se adquieren con la práctica, si bien es cierto que, como cualquier otro profesional, necesita seguir una formación antes de poder trabajar. Y precisamente para formar crupieres cada vez son más las academias y cursos que se ofrecen. Los propios casinos que buscan personal también dan formación. Y en algunos casos, incluso, se afirma que en tan solo 3 meses se puede ser un buen crupier.
Otras salidas laborales para los crupieres
Convertirse en crupier, por tanto, puede ser una buena opción para encontrar trabajo, sobre todo porque los juegos de azar y casino, y especialmente el póker, siguen ganando adeptos. Los casinos, además, se ubican por todo el mundo, de manera que ser crupier también permite viajar y conocer otros países e idiomas.
Asimismo, las habilidades que se desarrollan siendo crupier pueden ser muy útiles para acceder a otros trabajos. Un crupier puede tener cabida, por ejemplo, en el sector bancario, ya que tiene capacidad de contar rápidamente grandes cantidades de dinero. También puede sacar partido a su perfil como conciliador para resolver conflictos o trabajar en grandes empresas que necesiten una persona preparada para tratar de forma correcta y amable con todo tipo de clientes. Son cualidades, por tanto, buscadas en cualquier currículum.
Sacar partido a los casinos online
Más allá de las academias y cursos de formación, lo cierto es que los buenos jugadores de casino pueden ser también buenos crupieres. Para ser el árbitro de cualquier juego es clave saber cómo se juega y conocer al detalle todas las normas. Los casinos virtuales, accesibles a cualquier hora y desde cualquier dispositivo con conexión, son un lugar perfecto no solo para aprender a jugar sino también para empezar a formarse como crupier. Muchos operadores ofrecen en su web una plataforma excelente para especializarse en el mundo del póker, ya sea como jugador o como posible crupier.
Es cierto que muchos de los casinos online no cuentan con un crupier real, pero todos simulan su papel a través del ordenador, porque sin el rol del crupier no hay garantías de que el juego se desarrolle bien. El crupier es, en gran medida, la esencia del buen juego. Quizás por eso también hay algunos casinos virtuales que sí están apostando por introducir la figura del crupier en vivo.
Solo se necesita ser mayor de edad para que cualquier persona interesada o no en los juegos de azar pueda poner a pruebas sus habilidades como crupier. Puede que sea un oficio poco conocido, pero sus ventajas son múltiples y atractivas, puesto que trabajar como crupier también puede servir de trampolín para acceder a otros puestos de trabajo. Los crupieres suelen comenzar las partidas diciendo: “Hagan sus apuestas”. Quizás ellos están en lo cierto y ahora sea un buen momento para apostar por esta forma de vida.