CIUDAD DE MÉXICO.- Les compartimos un artículo publicado en el medio La Nación (Argentina) que reflexiona sobre la labor de los traductores y cómo las nuevas tecnologías, en particular la Inteligencia Artificial, están poniendo en riesgo la continuidad de este tipo de labores.
“Nadie que haya puesto a prueba la Inteligencia Artificial con un texto más o menos complejo habrá dejado de notar que estamos ante otra clase de máquina traductora. No solo entiende más, sino que también sabe darle estilo a su traducción, corregirse, buscar variantes. Hay que tener muchas ganas de fingir demencia para no admitir que, si estamos ante sus primeros pasos, en breve nos llevará una distancia irrecuperable a los traductores de a pie”, reflexiona el autor del artículo Ariel Magnus (escritor y traductor).
Estamos ante la crónica de una muerte anunciada para los traductores, o en todo caso ante el fin del mundo tal como lo conocíamos, pero el resto de la humanidad, ¿qué habrá perdido? En términos técnicos, dice el autor, “me temo que poco y nada, ya que es de esperar que estas máquinas dominen a la perfección las variantes antiguas y modernas de todas las lenguas, no bien hayan incorporado la suficiente cantidad de archivos de texto, audios y hasta video.
En cuanto al aspecto moral de la traducción, podría reducirse a la siguiente dicotomía: ser fiel al original vs. hacerle la vida fácil al lector. Hasta ahora, se trataba de una decisión que tomaba el traductor. ¿Por qué no imaginar que a partir de la IA empiece a tomarla el lector? Así como anuncian que en breve podremos elegir, no entre diferentes películas ya filmadas, sino la que nos gustaría que se produzca exclusivamente para nosotros en ese momento, no resulta impensable que sea también el lector el que elija, no solo la variante específica en que quiere traducido el libro, sino cómo debe proceder la máquina en las encrucijadas” (Diario La Nación, 3 minutos).
Con una mirada un tanto más optimista, este artículo de The New Publishing Standard sostiene que, al menos en el campo de la traducción, la IA va a transformar la industria para mejor, creando puestos de trabajo a medida que avanza. Y que el doble golpe del audio y la traducción con IA va a llevar a la industria a nuevas alturas hasta ahora inimaginables. “Últimamente, el sector editorial se ha obsesionado tanto con la IA y los audiolibros que se nos podría perdonar que nos olvidemos de que la IA abarca todo y no solo el audio. Más importante aún es el potencial combinado de la traducción y el audio que trabajan en conjunto, lo que puede llevar a la industria global a nuevas cotas que los profesionales del sector editorial de hoy apenas pueden concebir”.
En la actualidad, existen literalmente miles de idiomas activos en todo el mundo, muchos de los cuales no son hablados por suficientes personas como para que sean comercialmente viables en formato de audio o incluso de texto en el mundo editorial tradicional, y algunos de ellos literalmente no tienen forma escrita. Pero en todos los casos, la traducción con IA en combinación con el audio con IA pronto podrá infundir a estos idiomas, a sus hablantes, autores e historias, nueva vida y nuevas posibilidades que harán que el mercado de audio actual parezca un espectáculo secundario. “La IA no es la sentencia de muerte para los traductores, es un llamado a adaptarse y prosperar”, concluye.
Cada año, unos cien traductores de todo el mundo se instalan durante algunas semanas a trabajar en la Casa de Traductores Looren (Suiza). El espacio oficia como una usina de creación de proyectos de colaboración, intercambio y capacitación, con especial interés en impulsar el rol del traductor en el mundo editorial.
“La Inteligencia Artificial está revolucionando el aprendizaje y la difusión de las lenguas de manera incontenible; formarnos, informarnos y participar del debate nos permite ofrecer contrapeso a su mala instrumentalización”, concluyeron en su último encuentro.
Esta tensión que abre la IA cobrará protagonismo en los Foros que organizará este año el espacio, junto al impacto de la tecnología en la preservación y revitalización de las lenguas o su influencia en la creación de normas lingüísticas (Diario Clarín, 2 minutos).
Para cerrar, les dejamos un curioso artículo publicado en El País que analiza cómo los traductores automáticos pueden replicar, modificar o ignorar errores presentes en los textos originales, lo que puede tener consecuencias significativas en contextos médicos, legales o financieros: “La clave de estos traductores automáticos es la información de la que se alimentan. Si el error de origen se replica o se modifica para generar un resultado peor que el original, la precisión de los sistemas fracasa”.
AM.MX/fm