miércoles, abril 24, 2024

La mitad de la población tiene la bacteria helicobacter pylori

CIUDAD DE MÉXICO.- Desde muy joven a Karla le dio gastritis. Era reportera, corría de un lugar a otro, a veces comía unos cacahuates japoneses mientras adelantaba una nota, y se iba corriendo a cubrir otro evento

Muy pronto comenzó a tener problemas de acidez estomacal; entonces cargaba con las grageas masticables de magnesio y aluminio para todas partes. Su amiga Gina le dijo que no hiciera eso, que consumir esos minerales no le sería muy bueno para la salud.

Su vida cambió cuando encontró que había unas medicinas que se denominan “inhibidores de la bomba de protones”, es decir, inhiben la secreción de jugos gástricos en el estómago que es lo que a final de cuentas irrita las capas internas del estómago.

La Biblioteca de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos los define así:

“Los inhibidores de la bomba de protones (IBP) son medicamentos que funcionan al reducir la cantidad de ácido gástrico producido por glándulas en el revestimiento del estómago.

“Los inhibidores de la bomba de protones se usan para:

Aliviar los síntomas de reflujo gástrico, o enfermedad del reflujo gastroesofágico (ERGE). Se trata de una afección en la cual el alimento o los líquidos se desplazan desde el estómago hacia el esófago (el conducto que va de la boca al estómago).

Una úlcera duodenal o una úlcera (gástrica) estomacal.

Tratar el daño a la parte inferior del esófago causado por el reflujo gástrico.

Pues a Karla le cayeron muy bien y fue su medicina de cabecera durante varios años.

Ella se fue a vivir un tiempo a Estados Unidos y se volvió a sentir mal. Como allá todo medicamento requiere receta médica, tuvo que recurrir a una doctora que le recetó antibióticos.

Creyéndose más informada que la doctora, Karla se sorprendió: “¿Cómo antibióticos para la gastritis?” De todos modos se los tomó y ¡se sintió mejor!

El gusto le duró poco porque al volver a México y regresar a la dieta mexicana, las molestias regresaron y se hicieron cada vez peores.

Sentía que no podía ni tomar agua porque le caía mal. Lo mismo un mango. Todo hacia que su estómago se llenara de aire y éste se quedara atorado ahí causando mucha molestia. A veces el dolor se iba hasta la columna vertebral y solo se sentía mejor cuando ella misma se provocaba eructos.

Su hermana era víctima de los mismos males y el gastroenterólogo, el doctor Alberto García-Menéndez le hizo una endoscopía, la cual se vale de una pequeña cámara que es introducida por la boca en el conducto gástrico y sirve para saber cómo están las cosas por esos lugares

Pili no sólo tenía gastritis, también tenía pólipos en el estómago, y aunque en ese mismo momento se los quitaron, el médico ordenó que las hermanas de Pili se hicieran también endoscopías. Era de a fuerzas pues los pólipos se pueden convertir en cáncer.

Al hacer la endoscopia se toma una muestra para mandarla a patología y ver si no existe cáncer o bacterias. Encontraron una que se llama helicobacter pylori.

¿Qué es el helicobacter pylori?
De acuerdo con la Biblioteca de los Instituto de Salud de Estados Unidos, helicobacter pylori (H. pylori) es un tipo de bacteria que causa infección en el estómago. Es la principal causa de úlceras pépticas y también puede causar gastritis y cáncer de estómago.

Las Secretaría de Salud de México ha dicho que la helicobacter pylori es una bacteria que afecta a más de la mitad de la población. En Estados Unidos, cerca del 30 al 40 % de las personas contraen una infección. Esto puede causar gastritis, una úlcera péptica o cáncer

La Biblioteca de Salud de Estados Unidos señala que los investigadores no están seguros de cómo se propaga la H. pylori. Piensan que se puede diseminar por alimentos y agua sucios, o por contacto con la saliva y otros fluidos corporales de una persona infectada.

“Una úlcera péptica causa un dolor sordo o ardiente en el estómago, especialmente cuando tiene el estómago vacío. Tiene una duración de minutos a horas, y puede aparecer y desaparecer durante varios días o semanas. También puede causar otros síntomas, como hinchazón, náuseas y pérdida de peso”

Hay varios métodos para detectarlo, una prueba de aliento y la endoscopia.

Pues Pili no tenía la bacteria pero Karla sí por lo que recibió una receta que incluía dos antibióticos al mismo tiempo y un inhibidor de la bomba de protones para evitar la irritación que causan los antibióticos. Dos semanas de tratamiento de caballo.

Gracias a ello ha podido estar mucho mejor aunque se ha vuelto a infectar dos veces más. Y no sabe cómo ha sucedido eso.
AM.MX/fm

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