CIUDAD DE MÉXICO. –Voz Pro Salud Mental CDMX alerta que la intolerancia es una barrera para que muchas personas vivan su sexualidad con libertad y bienestar mental, por lo que hace un llamado a la empatía, la inclusión y la promoción de entornos seguros y respetuosos para la diversidad sexual.
La diversidad sexual hace referencia a la orientación sexual de las personas (homosexual, bisexual, pansexual, asexual), entendida como la atracción afectiva, emocional y/o sexual hacia otras personas, así como a su identidad de género, la cual se relaciona con la vivencia interna y profunda con la que cada persona se identifica; por ejemplo, personas transgénero, no binarias, cisgénero, entre otras.
Según la Encuesta Nacional sobre Diversidad Sexual y de Género (ENDISEG) 2021, aproximadamente 5 millones de personas de 15 años y más en México se autoidentificaron como parte de la población LGBTI+, lo que representa el 5.1% de este grupo etario.
Voz Pro Salud Mental CDMX subraya que diversos estudios científicos han demostrado que no existe evidencia que relacione la orientación o identidad de género con trastornos mentales. Sin embargo, factores externos como la presión social, la violencia, la discriminación y el rechazo hacia la identidad de estas personas pueden provocar el desarrollo de problemas de salud mental, incluyendo depresión, ansiedad e, incluso, ideación o intentos suicidas.
El Dr. Jesús Abrahán Ruiz, psiquiatra, paidopsiquiatra y sexólogo, indica que las personas en proceso de transformación de género enfrentan altos niveles de escarnio social. “El estigma y el rechazo que experimentan constituyen formas de trauma profundamente estresantes, con consecuencias graves para su salud mental y bienestar emocional”.
El especialista agrega que, “muchos miembros de la comunidad LGBT+ viven bajo un estrés constante derivado del estigma y la desaprobación social, alejándolos al acceso a servicios de salud mental adecuados”. En muchos casos, el rechazo social se internaliza, generando sentimientos de culpa, vergüenza y autonegación, lo que impide el pleno desarrollo personal y atenta contra sus derechos humanos fundamentales.
A mayor nivel de violencia y desaprobación, mayor será el impacto del estrés en estas personas. Este rechazo también afecta directamente a sus familias y redes de apoyo, quienes también pueden experimentar exclusión y discriminación.
La Encuesta Nacional sobre Discriminación (ENADIS) 2022 del INEGI reveló que el 37.3% de las personas de la diversidad sexual y de género de 18 años y más reportaron haber experimentado al menos una situación de discriminación en los últimos 12 meses.
“Por ello, es fundamental acercar información veraz, ofrecer contención emocional y generar entornos seguros. Estas acciones promueven la integración e inclusión en los servicios de salud, en espacios educativos y en el entorno laboral” señala Gabriela Cámara, presidenta honoraria de Voz Pro Salud Mental CDMX.
Ante esta realidad, la organización indica que es imprescindible promover la psicoeducación, la creación de grupos de apoyo y la inclusión de información sobre diversidad sexual en los programas escolares. El papel de la familia es crucial, ya que constituye el principal soporte emocional. Brindar comprensión, aceptación y acompañamiento marca una diferencia profunda en el bienestar de estas personas.
“Estas herramientas son agentes clave de cambio en la mentalidad tanto del individuo como de su entorno, favoreciendo así la inclusión social, la equidad de oportunidades laborales y el respeto a la dignidad humana” concluye Gabriela Cámara.
AM.MX /fm