CIUDAD DE MÉXICO, 14 de junio (AlMomentoMX).— El Tribunal Supremo de Brasil decidió que la homofobia debe ser castigada como un delito, y que, hasta que el Congreso —de mayoría conservadora— apruebe una ley específica para ello, tendrá el mismo tratamiento penal que el racismo, con penas de hasta cinco años de prisión. Ocho de los 11 jueces han votado a favor de la decisión.
La sentencia aclaró que permitirá a los practicantes de todas las religiones manifestar su oposición a las relaciones homosexuales, siempre y cuando sea “de acuerdo a sus libros y códigos sagrados” y no se promuevan los “discursos de odio” que inciten a la discriminación, la hostilidad o violencia contra personas debido a su orientación sexual o su identidad de género.
Además, la máxima corte del país consideró que el poder legislativo fue omiso al no aprobar hasta ahora una ley que permita castigar este tipo de conducta. Sin embargo, este fallo causó malestar en el Congreso, que se sintió despojado de sus funciones.
El tribunal supremo de Brasil votó a favor de tipificar como delito la homofobia y la transfobia, con prisión de uno a tres años.
420 personas LGBTQ fueron asesinadas en Brasil en 2018, según la ONG Grupo Gay da Bahia. Al menos 141 han sido asesinadas en lo que va del año. pic.twitter.com/d8MXIzwl7i
— AJ+Español (@ajplusespanol) June 14, 2019
La sentencia fue dictada en la sexta sesión que el Supremo ha dedicado al caso desde finales de 2018, y era esperada por los colectivos LGBT+, que la consideraron “histórica” para un país en el que al menos una persona es asesinada cada día por su orientación sexual. Tanto la Iglesia católica como el movimiento evangélico cristiano son muy críticos con los derechos de los homosexuales, en un país profundamente religioso.
El juicio se inició a petición del Partido Socialista Brasileño, que denunció la “omisión del Parlamento” para legislar durante 30 años sobre un tema vinculado a los derechos humanos. Los diversos proyectos de ley presentados hasta el momento han quedado bloqueados por las presiones de los sectores más conservadores de la sociedad. La justicia brasileña legalizó los matrimonios igualitarios en 2013.
La mayoría de los jueces del Tribunal Supremo de #Brasil 🇧🇷 vota a favor de criminalizar la homofobia, algo común en este país donde la violencia contra las personas LGTB está muy extendida. 🏳️🌈 ¡Un logró más! 🙌🏽💪🏽🏳️🌈🏳️🌈🏳️🌈 pic.twitter.com/HFT6owWEQS
— Irving López (@irving_lopez) June 14, 2019
La magistrada Carmen Lucia Antunes afirmó que “todos los seres humanos nacen libres e iguales y deben ser tratados con el mismo espíritu de fraternidad”. Agregó: “Lo que se busca es dotar de una protección inmediata a aquellos que son discriminados y han sido marginados” hasta por las leyes.
“Todo prejuicio es violencia. Toda discriminación es violencia. Toda discriminación es una forma de sufrimiento. Pero algunos de esos prejuicios causan más sufrimiento, porque castigan desde el hogar y por la sola circunstancia de intentar ser lo que se es”, apuntó.
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La decisión se produce después de que el mandatario Jair Bolsonaro, un autoproclamado “homófobo orgulloso” que dijo que si tuviera un hijo gay preferiría que muriese en un accidente, eliminara las responsabilidades LGBT del Ministerio de Derechos Humanos y declarara que Brasil no debe convertirse en un “paraíso para el turismo gay”.
Al menos 320 personas LGBT murieron en Brasil en 2018 y se han registrado 126 asesinatos en lo que va de año, según el Grupo Gay da Bahia. Brasil también es el país más peligroso del mundo para ser transgénero, según el proyecto Trans Murder Monitoring, con al menos 167 personas asesinadas en los 12 meses anteriores a septiembre de 2018.
AM.MX/dsc