CIUDAD DE MÉXICO.- La Guerra Comercial 2.0 no resolverá el desequilibrio estructural entre Estados Unidos y China, advierten estrategas de Loomis Sayles; el problema radica en la sobreproducción china y su bajo consumo interno.
De acuerdo con Kaimin Khaw y Bo Zhuang de Estratega Global de Macroeconomía, Asia, China enfrenta una sobreproducción crónica: el 30% de sus empresas industriales reportan pérdidas y la capacidad instalada se mantiene en mínimos históricos, complicando cualquier ajuste sin afectar el empleo.
El consumo en China está limitado por factores estructurales como bajos ingresos financieros, envejecimiento poblacional y una débil red de protección social, lo que impide cerrar la brecha con Estados Unidos.
El gobierno de Estados Unidos ha estado negociando e implementando políticas arancelarias con el objetivo de equilibrar su balanza comercial con sus principales socios. China se ha convertido en el blanco central debido a su enorme superávit comercial con la economía estadounidense.
En el fondo de este desequilibrio está la posición de Estados Unidos como el mayor consumidor del mundo y la de China como el mayor productor. ¿Es realista esperar que China produzca menos y consuma más? La respuesta corta es: no.
Sobreproducción crónica
China enfrenta un problema de sobrecapacidad: produce más de lo que puede vender, y la situación se agrava. El porcentaje de empresas industriales con ingresos anuales superiores a 20 millones de renminbi que registran pérdidas aumentó a 30% hacia junio de 2025, desde el 15% en 2012. La utilización de la capacidad industrial se ubicó en 74.6% al 30 de septiembre de 2025, niveles similares a los mínimos de 2015.
A diferencia del episodio de deflación de 2015-2016, cuando el exceso de capacidad se concentraba en empresas estatales y era más fácil reducir la producción, el escenario actual es más complejo: ahora el problema está en sectores dominados por compañías privadas. Reducir la producción implicaría pérdida de empleos y frenaría el motor exportador de China justo cuando su crecimiento económico se desacelera rápidamente.
Obstáculos al consumo interno
El consumo total en Estados Unidos representa 46% de su PIB, en contraste con el 18% del PIB en China. Al analizar los datos, se observa que el consumo de bienes en ambos países es proporcionalmente similar respecto a sus economías. La diferencia radica en el bajo consumo de servicios en China, que explica casi por completo la brecha en el consumo total entre ambas naciones. Esto también significa que China tiene poco margen para incrementar su gasto en bienes, ya que este rubro ya equivale al nivel estadounidense como proporción del PIB.
Factores estructurales
El consumidor chino se ve limitado por factores estructurales difíciles de modificar:
Efecto negativo de la riqueza: la caída en los precios de la vivienda ha erosionado el patrimonio de los hogares, llevando a las familias a reducir su gasto discrecional.
Bajos ingresos financieros: los balances de los hogares están dominados por el valor de sus viviendas; los activos financieros se concentran en instrumentos de bajo rendimiento y los dividendos de las acciones chinas históricamente son muy bajos.
Débil crecimiento salarial: el crecimiento salarial urbano ha caído a mínimos históricos, presionando aún más el consumo. Además, las largas jornadas laborales reducen el tiempo de ocio y el gasto en servicios.
Envejecimiento poblacional y débil red de protección social: la fuerte caída en la tasa de natalidad y en el número de matrimonios reduce los mercados relacionados con la formación de nuevos hogares. La falta de un sistema de retiro adecuado refuerza el ahorro precautorio y limita el gasto.
Los aranceles pueden modificar marginalmente los flujos comerciales, pero representan una solución superficial ante un problema estructural más profundo. La raíz del desequilibrio está dentro de la propia economía china: su bajo consumo y su sobreproducción crónica. Hasta que dichos problemas estructurales no se resuelvan, el comercio entre Estados Unidos y China seguirá siendo asimétrico.
AM.MX/fm
