CIUDAD DE MÉXICO.- En el tercer trimestre de 2025, la demanda agregada (equivalente a la oferta agregada) de bienes y servicios creció 0.7% respecto al trimestre previo, de acuerdo con cifras desestacionalizadas.
Este avance fue impulsado principalmente por el incremento del consumo privado, que aumentó 1.1%. En contraste, se registraron disminuciones en los demás componentes: el consumo de gobierno cayó 0.1%, la inversión se redujo 0.8% y las exportaciones de bienes y servicios descendieron 0.9%. Por su parte, las importaciones de bienes y servicios aumentaron 2.6%.
En términos anuales y con cifras originales, la demanda agregada creció 1.1%, impulsada principalmente por el sector externo. Las exportaciones aumentaron 3.6%, mientras que el consumo privado y el consumo público registraron incrementos de 1.6% y 0.4%, respectivamente. En contraste, la inversión mostró una contracción significativa de 7.6%.
En cuanto al Producto Interno Bruto (PIB), éste se contrajo 0.3% a tasa trimestral con cifras ajustadas por estacionalidad. En cifras originales, la variación anual fue de –0.1% respecto al tercer trimestre de 2024, acumulando así un crecimiento marginal de apenas 0.1% durante los primeros nueve meses del año.
La economía mexicana muestra un estancamiento evidente; este bajo dinamismo refleja que el crecimiento de la actividad económica no logra consolidarse, a pesar de algunos impulsos puntuales.
La demanda interna presenta señales de desaceleración: el consumo privado y el público muestran una pérdida de impulso, lo que sugiere una moderación tanto del gasto de los hogares como del sector público.
Por su parte, la inversión fija bruta es el componente más rezagado, con caídas pronunciadas y persistentes que reflejan un entorno de elevada incertidumbre. En el ámbito externo, las exportaciones continúan creciendo y aportan de manera positiva, aunque su dinamismo no ha sido suficiente para compensar la debilidad interna. En este contexto, anticipamos un crecimiento de 0.1% para 2025.
AM.MX/fm
