Gregorio Ortega Molina
*El poder desnudo, inmarcesible, ¿puede ser modelado por los filósofos? ¿Un servidor público honrado es garantía de habilidades para un político avezado? El aura del despacho del Secretario de Hacienda es insuficiente si no reposa sobre la cabeza de una inteligencia a la que respeten, pero también teman
En cuanto se anuncia el triunfo la narrativa cambia, la actitud se modifica y la responsabilidad puede convertirse en acicate para tomar acertadamente las decisiones, o en peso muerto, porque la ficción quedó de lado y aparece la verdadera naturaleza del poder con el que AMLO ha de negociar, distinta a la que domó cuando fue Jefe de Gobierno.
El poder desnudo, inmarcesible, ¿puede ser modelado por los filósofos? Mis lecturas no lo aconsejan, como tampoco recomendarían que de ese poder que ha de reformarse se encarguen los académicos. ¿Un servidor público honrado es garantía de habilidades para un político avezado? El aura del despacho del Secretario de Hacienda es insuficiente si no reposa sobre la cabeza de una inteligencia a la que respeten, pero también teman.
Lo declarado por Carlos Urzúa muestra que AMLO habló parcialmente con la verdad, es él quien va a soltar al tigre, porque reformar el sistema de pensiones, crear un consejo fiscal apartidista, mantener un superávit primario en las Finanzas Públicas y respetar la autonomía del Banco de México, afectan directamente al conglomerado que sobre sus hombros lo llevó a la Presidencia Constitucional de México. Me pregunto, de inmediato, si esa reforma que incidirá en el futuro de las aspiraciones jubilatorias de los mexicanos de medio pelo, incluye la desaparición de las pensiones a los expresidentes, o aquí abre ya un boquete a su credibilidad.
No puede decirse que el señor Urzúa sea un advenedizo, se desempeñó ya como secretario de Finanzas del Gobierno de la Ciudad de México; sabe a la perfección lo que trae entre manos: “el próximo gobierno respetará el mecanismo del tipo de cambio flexible, y se analizarán las reformas como la energética, con el fin de evaluar su funcionamiento y viabilidad; en este sentido, agregó que también se revisará la existencia de costos excesivos dentro de Petróleos Mexicanos (Pemex), incluyendo la operación de su sindicato, inversiones, gastos laborales y operativos”.
Informó que el próximo gobierno buscará una mayor transparencia en el manejo de las autoridades fiscales y regulatorias, se buscarán acuerdos con todos los partidos políticos, se mantendrán las finanzas públicas sanas y se creará una oficina de Presupuesto en el Congreso.
Nada escuché de la disciplina en el SAT, de la manera en que deben suprimirse las condonaciones fiscales, las exenciones y la suspensión de adeudos, a menos de que se hagan con absoluta transparencia y se informe de cantidades y razones por las cuales así se decidió.
No imagino a don Carlos Urzúa en un tú a tú con su tocayo Slim o Hank González, ahora Director General del grupo financiero mexicano más importante; tampoco me lo imagino queriendo llamar al orden a Antonio del Valle, ya no digamos a Ricardo Salinas Pliego, o al grupo de CMN o CCE.
Poner orden fiscal inicia con un verdadero, transparente y efectivo combate a la corrupción, y sólo hay una manera de hacerlo. ¿Podrán? ¿Se dejarán?