Por José Cruz Delgado
Israel Patrón Reyes defrauda la confianza del gobernador
*Los altos mandos los humillan
*Héroes anónimos en el olvido
Muchos hombres y mujeres policías valientes de la policía Michoacán, arriesgan sus vidas y muchos y muchas mueren en el cumplimiento de su deber, exponen su integridad física por los demás, aunque como en todo, hay buenos y malos, pero son más los buenos que portan con orgullo y el uniforme.
Se despiden de sus familias, salen de sus casas sin saber si van a regresar, se encomiendan a Dios y porque saben que van a enfrentar a la delincuencia, que no es tarea fácil, sobre todo si no cuentan con el equipo necesario, pero eso no los detiene, pues su misión es garantizar la seguridad de los ciudadanos con arrojo y valentía.
En las contingencias están ahí, presente, prestos para apoyar a quienes lo necesiten, sin embargo, pocas veces o nunca se les reconoce su labor: Son Héroes anónimos.
Lamentablemente, en la Secretaría de Seguridad Pública de Michoacán existen muchos vicios, corrupción, nepotismo y despotismo, pues los altos mandos tratan a sus subalternos con despreció, los humillan y se dirigen a ellos y ellas con palabras soeces, como su no fueran seres humanos y nadie debe protestar o son castigados cambiándolos de logar como castigo a su insolencia, y hasta sin viáticos teniendo que pagar ellos y ellas sus alimentos, tan es así que si se les poncha una llanta en el camino o se quedan sin combustible tienen que ponerlo de sus bolsillos, de su raquítico salario y hasta el uniforme y cargadores tienen que comprar para sus armas de cargo, pero eso parece no importarle a Patrón Reyes, es como sí para él y sus protegidos no existieran, por ello el gobernador Silvano Aureoles debe poner orden en esa dependencia, pues ya son muchas las denuncias contra los funcionarios de la SSPM.
Toda una injusticia.
Así, en precarias condiciones cumplen con su deber estos héroes anónimos.
Se creyó que con la llegada de Israel Patrón Reyes a la Secretaría de Seguridad Pública de Michoacán las cosas iban a ser diferentes, pero no fue así, al contrario, las cosas empeoraron, según denuncias hechas llegar a la redacción de su servidor.
Los uniformados aseguran que dicho funcionario ni siquiera atiende al personal de batalla, sí, a los héroes anónimos, para él pasan desapercibidos, sus necesidades no son atendidas, pero si está presto para actos oficiales y posar para la foto y dar entrevistas, cuando en realidad es un fracaso como encargado de la seguridad en Michoacán.
El jefe policiaco le está fallando al gobernador y si no corrige el rumbo y no atiende a las necesidades de las y los policías es mejor que renuncie.
Mire usted, otra de las denuncias es que cuando un elemento muere en cumplimiento de su deber no les dan ninguna indemnización a sus deudos, que a la familia le ofrecen la plaza del elemento caído pero nada más, incluso, los propios compañeros hacen colectas para apoyar a sus familiares. Y sobre el seguro de vida con el que supuestamente cuentan está vencido desde hace muchos años, así que la familia de los que perdieron la vida cumpliendo con su deber, quedan en el olvido y en la miseria gracias a la corrupción que impera en la dependencia estatal.
Otra denuncia es la falta de pago de Banbajío, ya que los mandos son omisos a depositar el bono que es utilizado para viáticos, lo cual es un abuso, ya que estando en operativo y fueras siempre necesitan comprar desde un agua hasta nuevos uniformes o cartuchos.
Bueno, pues mientras a ellos les retrasan los pagos de bonos, los integrantes del Club de Amigos de Patrón Reyes reciben puntualmente onerosos bonos y sin hacer nada.
Así las cosas, así que Aureoles Conejo debe intervenir de inmediato para que se corrijan estas anomalías y si el jefe policiaco no puede con el cargo que renuncie, porque las y los elementos de la Policía Michoacán no pueden seguir cumpliendo con su deber con tanta injusticia y corrupción en la dependencia.
Así pues, los héroes anónimos viven en el olvido y en el Día del Policía solo se escuchan falsos discursos de funcionarios públicos, pero la realidad es distinta a la que nos quieren hacer creer.