jueves, abril 25, 2024

ISEGORÍA: Y cuando desperté, Cienfuegos estaba allí

Sergio Gómez Montero*

Yo, cubierto por la arena y por la mísera memoria,
me pregunto hoy si la devota embriaguez
/de mis últimos días me permitirá el regreso
M. Campaña: “Poesía”

Texto paradigmático el de Monterroso cuando uno quiere referirse a sorpresa ante lo inexplicable de un amanecer insospechado, como el de la mañana del miércoles cuando supe del levantamiento de los cargos en contra del general Cienfuegos –detenido en Nueva York- por parte de la fiscalía de Estados Unidos (700 documentos diversos avalaban su actuación) y de su traslado al país para ser procesado aquí, si se consideraba pertinente, con base a la actuación de la fiscalía general de la República. Pero es obvio que más allá de esos hechos se encubren otras razones múltiples que mucho se prestan a la especulación.

Por ejemplo, la detención de Cienfuegos en Estados Unidos en plena época electoral tuvo, al momento de realizarse, un tufo político electoral inconfundible, que no manifestó los efectos que esperaba el presidente Trump y que sí causó, también en su momento, molestia del lado mexicano por la forma unilateral y autoritaria de actuar de las autoridades estadounidenses al respecto, Eso en lo inmediato.

Pero de más atrás no hay que olvidar que en lo que se refiere al narcotráfico –una de las razones por las cuales fue detenido el mencionado Cienfuegos; la otra fue la correlativa de lavado de dinero–  las relaciones entre ambos países no sólo son estrechas sino, en más de un sentido subterráneas y cómplices, pues en realidad hasta la fecha no se sabe hasta dónde y desde cuándo realmente intervienen las fuerzas policiacas y militares estadounidense en el país para, supuestamente, perseguir a delincuentes vinculados al narcotráfico, ni tampoco los estadounidenses saben qué tanto los cárteles mexicanos tienen hoy copado el negocio del tráfico de estupefacientes en Estados Unidos, lo que, ambas realidades, cobijan múltiples actividades que, nosotros, en el mejor de los casos conocemos anecdóticamente sólo a través de la literatura, con autores como Dan Brown, BEF (Bernardo Fernández), Elmer Mendoza, Federico Haghenbeck, entre otros, lo cual se presta a especulaciones de naturaleza múltiple, enriquecidas con lo que uno, en lo particular, ha logrado recabar al respecto (que puede ser mucho o poco, según cada quien) y que lo llevan a pensar, por ejemplo, lo que sucedía en Sinaloa con la operación cóndor (en la muerte de la entrañable Norma Corona) o bien, ya más cerca, en qué tuvieron que ver el ejército y la DEA en Ayotzinapa, en donde tan fuertemente estuvo presente el cultivo de la amapola en toda la sierra cercana a Iguala. En fin, también aparece aquí presente cuál fue el precio que se tuvo que pagar para que el ejército, en México, dejara de intervenir en la vida civil y política de la Nación.

Y cuando desperté el dinosaurio verde aún estaba allí.

*Profesor jubilado de la UPN/ Ensenada
gomeboka@yahoo.com.mx

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