jueves, marzo 28, 2024

ISEGORÍA: Una difícil recuperación de la Historia

Sergio Gómez Montero*

Patria, naciste de los leñadores,
de hijos sin bautizar, de carpinteros,
de los que dieron como un ave extraña

una gota de sangre voladora

P. Neruda: “América Insurrecta”

 

Pocas veces como hoy el presente se ha encargado de destruir el futuro de una manera tan brutal y absoluta, de tal forma que reconstruir la patria, a futuro, se presenta como una una tarea ímproba y titánica que, hoy, no sabemos aún (por más que lo intuyamos) quién será el encargado de llevarla a cabo. La pregunta es simple: ¿por qué se ha permitido que al país, más allá de las vías diplomáticas y de las instituciones de gobierno, le haya hecho tanto daño un hombre, Donald Trump, en la actualidad presidente de los Estados Unidos? Si el problema fuera sólo el hombre, reconstruir la historia del país quizá no sería tan complejo, pero los daños diplomáticos causados son de tal naturaleza –de país a país– que virtualmente están obligando a reconstruir las relaciones diplomáticas con el país vecino. ¿Lo hará el presidente que siga?

Hágase, pues, el recuento de lo que ha sucedido desde el momento malhadado en que se le extendió la alfombra roja de Los Pinos (¿con abierta intervención rusa de por medio?) a Trump, hasta el desprecio del miércoles en que Jared Kushner fue recibido por Peña Nieto y su gabinete en pleno como ministro plenipotenciario para recibir a través de él (recién degradado en la Casa Blanca) las órdenes enviadas por el patrón gringo para obedecerlas sin chistar y sin darlas a conocer a la población de nuestro país, sino sólo por vías alternas y de alta secrecía, lo que seguramente va a dar origen a una comunicación de teléfono descompuesto, como si ésa fuese la vía idónea para establecer unas relaciones diplomáticas sanas y respetuosas entre dos países. Nunca antes en la Historia de nuestro país se habían despreciado de manera tan vil las relaciones diplomáticas de referencia.

Y de esa misma manera en que hoy las relaciones diplomáticas se han convertido en una verdadera carga para el próximo gobierno de la república, el país todo (tocado por un rey Midas al revés) es ya una carga que nadie nos imaginamos cómo podrá, particularmente, el próximo gobierno cargar: deuda pública, corrupción, inseguridad, bajo o nulo crecimiento económico, comunicaciones por los suelos, petróleo acabado, educación y salud decaídas, ¿cómo, pues, gobernar a un país en tales condiciones?

Si para algo ha servido la visita plenipotenciaria reciente de Kushner a México es sólo para hacer ver que la carencia de institucionalidad que existe en el país va a dificultar en grado sumo el gobierno de la nación, y más aún, sobre todo, si se quiere que ello se encamine por nuevos rumbos más acordes a las verdaderas necesidades de toda la población.

¿Acaso vino Kushner a anunciar el fin de los gobiernos priistas?

*Profesor jubilado

gomeboka@yahoo.com.mx

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