En memoria de Aníbal Quijano y Viva Lula Libre
Sergio Gómez Montero*
Cadáveres anónimos.
Ningún olvido los reúne,
Ningún recuerdo los separa…
M. Darwish: “Cadáveres anónimos”
Me dicen que este nuevo hablar es un hablar adelantado porque este es apenas el tiempo de vislumbrar futuros, pues el futuro como tal no existe, cuando alguien habla de él –habría que leer a Los Profetas en La Biblia— lo que ahí se dice es una utopía que uno no sabe si se cumplirá o no, si terminará con la muerte de Tomás Moro o cuando Erasmo escribe: “… actúa como si fueras a revivir innumerables veces y desea revivir innumerables veces porque, de una manera u otra, tendrás que revivir y recomenzar”. Es muy difícil pues terminar; lo más sencillo es recomenzar y de ahí la necesidad de vislumbrar siempre futuros, pero nunca actuar como si se estuviera en el futuro, sólo “revivir innumerables veces”.
Ese jugar con el futuro está causando desconcierto, porque uno no es dueño del futuro hasta que él está presente y lo que está sucediendo hoy es que el negarse de EPN a enfrentar el presente y dejarle esa tarea a López Obrador, a unos les ha caído de perlas (a los sectores más conservadores del país: el empresariado), mientras que otros no logramos entender si el juego consiste sólo en aparentar que mucho cambia para que nada cambie y todo siga igual, y de allí el enojo del EZLN y el CIG que sólo ven promesas pero nada en concreto, pues nadie sabe cómo va a ser lo de lograr que la educación indígena logrará, en un plazo muy corto, igualar al sur con el norte, como si la educación del sur no fuera valiosa por sí misma. ¿Y el plan nacional de educación cuándo, qué onda, para entender lo que se plantea? ¿La orden para Moctezuma Barragán es bateo libre?
¿Refinerías fuera de tiempo? Es decir, cómo construir refinerías si no existe aún un plan nacional de energía, que tome seriamente en consideración las energías renovables y alternativas antes de apostarle todo y desde ahora, otra vez, al petróleo. ¿Nahle y Jiménez Espriú también bateo libre?
El país, desde hace tiempo, está pasando aceite y parece una carcacha por la cantidad de humo que echa el motor y nadie, hasta ahorita, hace nada serio para tratar de que las cosas se mejoren como deben ser. Puras ocurrencias divinas hasta ahorita, sin que se note con claridad qué se va a hacer, cuando se deba, para que la carcacha sea sustituida por otra. Hay partes de ese carro desconchinflado que aún pueden servir, puede. Pero hay partes que a lo más, también es cierto, apenas y para el reciclo. De ahí la necesidad de conducir un cambio ordenado y verdadero por la vía pacífica, porque por eso fue que más de 30 millones de mexicanos nos inclinamos por ello cuando, hace seis meses, el camarada Arturo Revueltas escribía que la izquierda mexicana le apostaba a dos opciones en el corto plazo: una abiertamente electoral (AMLO) y otra medianamente electoral (Marichuy, el CIG y el EZLN) y que a eso nos teníamos que sujetar. Que no se hagan sorprendidos los del EZLN.
Sigamos discutiendo, pero por lo que apostamos. ¿O no?
*Profesor jubilado
gomeboka@yahoo.com.mx