viernes, abril 19, 2024

ISEGORÍA: Nuevas luchas, nuevos ruidos

Sergio Gómez Montero
Hoy no sueño, no sueño, aquí está el sueño
en pequeños ciclones de gargantas
M. del Cabral< “No”

Las luchas recientes son, sin duda, nuevas luchas; inéditas, cargadas de elementos que convocan, masivamente a mujeres que reclaman no derechos laborales, sino por sus derechos humanos, lo cual representa un nuevo ruido en el amplio diapasón que se está abriendo en el interior del sistema capitalista contemporáneo, que está conduciendo a que varias nuevas contradicciones entren en crisis y comiencen a explotar quizá no con el estruendo que acompaña a las crisis del trabajo, pero sí son movimientos sociales estruendosos que, como los de género, ya demostraron el domingo y lunes pasados pueden generar inquietudes profundas en la cotidianidad de la vida diaria. Es decir, su ruido si no estruendoso es lo suficientemente sensible como para causar inquietudes que si conmueven el entorno social, el cual, desconcertado, no sabe realmente qué hacer. Todos, con estos nuevos ruidos sociales, realmente no saben qué hacer o aprovechan el desmadre sonoro para meter ellos su melodía diabólica que se convierte siempre en provocación y sabotaje.

Ruidos también de diversa naturaleza, pero disonantes también, son los que se están dejando sentir a nivel mundial gracias al COVID 19 y a los precios del petróleo que están moviendo de una manera brutal a la salud y a la economía, a grado tal que un buen número de países a nivel mundial se encuentran descompensados y casi sin saber qué hacer

Las nuevas contradicciones del capitalismo (junto con la del trabajo, la de género, medio ambiente y capital financiero) van a generar, y han generado ya, también, inquietudes sociales diversas a las cuales la sociedad en su conjunto no sabrá, en el corto plazo, cómo hacerles frente, a no ser, como en Chile hoy, con la represión más absurda en contra de la población de la tercera edad, a la que se le agrede por el simple hecho de ser mayor edad o a la que, el día de mañana, se le va a dejar recluida en edificios específicamente construidos para ellos, para que le dejen de dar guerra a la “población activa” (los menores de 25 años, los robots o inteligencias artificiales o aquellos beneficiados con los trabajos generados por el capital financiero). Cuando las sociedades sean esos verdaderos infiernos a los que nos está conduciendo el capitalismo contemporáneo deberá ser, desde hoy, combatido, tratando de construir, desde abajo y a la izquierda, sociedades que destierren esos nuevos ruidos estruendosos que ya hoy, levemente, se comienzan a escuchar y, a leve volumen apenas, comienzan a causar estragos en nuestra comunidades contemporáneas.

¿Cómo hacerles frente a esos conciertos caóticos que se avecinan ya en el corto plazo, como una herencia que no quisiéramos tener?

En el Capítulo VI inédito de El Capital hay mucho que leer al respecto, lo mismo que en Lukács, Korsch y otros varios autores para quienes esos mundos del futuro que ya nos alcanzó desde sus años de lucidez les despertaban inquietudes muy parecidas a las realidades que hoy a nosotros nos toca vivir.
*Profesor jubilado de la UPN
gomeboka@yahoo.com.mx

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