sábado, abril 26, 2025

ISEGORÍA: ¿Lucha o sólo locución?

Sergio Gómez Montero*
Yo te digo,
a pesar del dolor,
a pesar de las patrias derrumbadas
M. Scorza: “Voy a las batallas”,

El mundo sigue su marcha. Nada lo detiene. El petróleo sigue marcando el rumbo, acompañado hoy por la pandemia que conmueve al mundo y que está dejando su marca indeleble sobre todas las cosas que toca. Un mundo cuya locura se mide hoy a partir de la reclusión obligatoria que nos obliga a dialogar, a veces, sólo con nosotros y que nos plantea la escritura como una vía de sano escape. Un mundo que apenas nos estamos enseñando a vivir y que a veces no terminamos de entender como no entendemos aún qué fue lo que pasó entre TV Azteca y Andrés Manuel López Obrador, titular del Poder Ejecutivo de la Nació (así, con todas sus letras)
Por eso, sin duda, sonó a extraño ese diferendo entre amigos que se dio el fin de semana pasado entre el titular del Poder Ejecutivo y la empresa de Televisión Azteca, quien se ha negado a asumir las recomendaciones que por emergencia nacional obligatoriamente (y por convicción, creencia y conveniencia) todos los mexicanos debiéramos respetar. ¿Por qué entonces esa falta de solidaridad de los directivos de TV Azteca no con el caudillo del país, sino con la Nación toda?, ¿implica eso un rompimiento de relaciones entre dos corporaciones (Presidencia de la República y el grupo de Salinas Pliego), que, hasta el fin de semana, se consideraba marchaban juntos y que hoy no sabemos si sí o si no?
Hasta hoy, el diferendo por ambas partes se ha tratado de zanjar por la vía sencilla de un error de locución sin aparente trascendencia. Criterio que la Secretaría de Gobernación con justa razón no compartió y por eso sancionó a la televisora con un llamado de atención que pensábamos que, por ser razonable, todo el gobierno lo compartía. Pero no. Porque todo quedó entre amigos, lo cual resulta inexplicable toda vez que, se insiste, hubo resistencia, por parte de la televisora, a cumplir un mandato nacional , y eso no es cosa de enchílame otra, gorda, y allí la seguimos pasando. O todos coludos o todos rabones, pues no se vale despotricar en contra del Reforma y afirmar, por otro lado, que no veo ni oigo ni siento cuando se trata de TV Azteca. Lo que molesta, pues, en términos de crítica periodística es la disparidad de criterios. Finalmente las fintas no condujeron a nada y todo quedó en una serie de rounds de sombra en los cuales los contrincantes, a lo más que llegaron fue a hacer como que hacían, pero nunca se dieron un golpe verdadero. ¿Por qué tanto brinco, estando el suelo tan parejo/ ¿Quién lo entiende?, pero finalmente se decidió que la vía de los golpes no era
Porque que había algo de fondo lo había, aunque para bien de todos (a lo mejor)_se haya decidido por un intercambio de golpes entre amigos, que por ejemplo dejaron sin definir, pero ¿y cómo está, dígame usted, lo de los impuestos de Grupo Azteca, y cómo es que con este Grupo ya estaba allí alineado el actual gobernador de Baja California, Jaime Bonilla Valdés para echarle montón a Zoe Robledo, Hugo López Gatell y otras autoridades del sector Salud, nada más para darles a probar el sabor de la melcocha a ellos y a todos aquellos del gobierno federal que se les pusieran enfrente?.
Tales pleitos de cantina o de barriada en realidad no tienen sentido, toda vez que la materia de conflicto finalmente no queda aclarada y así, los que quedamos todos confundidos somos los ciudadanos interesados en la vida pública y así nosotros sólo nos quedamos con la confusión, porque, ¿quién realmente entiende el desacato de TV Azteca en contra del gobierno de la República?
O sea, que jais de la pitis boy? Una secretaría de Estado, un proyecto cultural nacional, un banco ¿y qué más para Grupo Salinas Pliego?

*Profesor jubilado de la UP
gomeboka@yahoo.com.mx


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