viernes, noviembre 29, 2024

ISEGORÍA: Los tiempos de hoy

Sergio Gómez Montero*
Sí, esta será nuestra casa,
hoy llego a entenderlo;
pero tú, hombre gozoso, ¿quién eres?
Merini: “Bodas romanas”

Tranquilizado el clima electoral, agitado sólo por las trácalas de los mapaches y acarreadores de siempre, que así hacen méritos para iniciar su carrera política en cualquiera de los partidos que ya tienen o buscan obtener calificación como tal, el ambiente político que hoy prevalece –dominado por la tragedia del Metro– en todo el país, no logra aún desprenderse de los arreos de la tragedia que le colgó la enfermedad y, cancinamente, transita por las ciudades del país sin despertar el interés de otras épocas, cuando la persecución de las despensas, de las gorras, de los mandiles, de las tarjetas, llenaban de bullicio las calles, pintarrajeadas con consignas y banderas partidarias. Ah, los viejos tiempos de hacer política a la antigüita.
Hoy no, lo que hoy prevalece son rutinas diferentes, vinculadas de manera preferente con las pantallas y los mensajes cortos y de alto impacto audiovisual pero bajo contenido intelectual, como si se tratara sólo de promover una jabón para lavar ropa o un desodorante comercial, pues de lo que se trata sólo es de vender el producto. Las preferencias, en todo el país, por lo que reportan las encuestas, se inclinan casi sin variar por la marca Morena, no de manera tajante, pero sí mayoritariamente. Hasta hoy, pues, pareciera ser que la 4T y AMLO van a seguir adelante en lo que a gobernar el país se refiere.
Pero, ¿cuál es el significado de una campaña política cuyos resultados se conocen con tanta anticipación?
Lo primero, creo, y más significativo es que hay acuerdo generalizado sobre el bien actuar, desde el gobierno, de quienes son responsables de él, con todo y que su trayectoria no ha sido sencilla, desde el momento en que, casi desde su inicio, se vio signada por la pandemia, lo que ha afectado no sólo al sector salud, sino a la vida pública en su conjunto. Ahora bien, también ha resaltado el hecho de que, el nuestro, es un país diverso y de manera sensible polarizado en términos de posesión de la riqueza, lo cual dificulta el actuar, desde el gobierno, de manera igualitaria con todos. Favorecer, pues, a los pobres, no ha sido fácil, pues ello ha causado resquemores diversos, sobre todo entre quienes, mal que bien, se veían favorecidos con la corrupción del gobierno y la polarización del ingreso, y eran, además, poseedores, entre otras cosas, de los medios de comunicación. En ese ambiente, hoy, se están llevando a cabo las actuales campañas políticas que dan una clara ventaja al grupo que está gobernando, el que ya, pues, desde hoy debe estar pensando en qué hacer en un futuro inmediato, tomando en consideración que luego de muchos años de explotación tratar de darle igualdad de condiciones de vida a las grandes mayorías de la población es una tarea que urge, pero cuyas dificultades son muchas.
Ver con sólo con optimismo el futuro inmediato (el de junio de este año) sería, ése sí, un grave, gravísimo error de gobierno.

*Profesor jubilado de la UPN/Ensenada
gomeboka@yahoo.com.mx

Artículos relacionados