viernes, marzo 29, 2024

ISEGORÍA: Las ideas complicadas del presente

Sergio Gómez Montero*
Si la vida tuviera la matemática sensible
de una sonata para flauta del tío Bach
tejiendo en plata un perfume de flores
H. Bellinghausen: “En la edad de los fantasmas”

A pesar de que las cifras y los datos relacionados con el Covid 19 siguen causando espanto aquí y en diversas partes del mundo, la vida cotidiana sigue con altibajos de naturaleza diversa aquí e igualmente en partes diversas de la Tierra (mis amigos chilenos, como decimos acá, no se la acaban luego de lograr el triunfo del domingo pasado y metidos de lleno como están ahora, preparando el congreso constituyente que les dará nueva carta magna y seguramente libertades y justicia que hoy no tienen), pero sin interrumpir lo que, hoy, todos los días pasa. Pero, ¿qué realmente está pasando acá?
Disminuyen, poco a poco, las tensiones de días pasados, una vez que el INEGI anunció un crecimiento económico un tanto inesperado en septiembre (inesperado por lo explosivo de la cifra: 12%), que le quita al gobierno varias presiones de encima, pero que no es suficiente para acallar las voces de protesta de los siempre (que a toda costa buscan sabotear de continuo las acciones del gobierno e inventan bulos y rumores que ya nadie cree), para quienes todo lo que hace y promueve la 4T, todo está mal hecho. Mas hay otras voces, dispersas pero alarmantes, quienes desde el flanco de la misma 4T hoy ven con preocupación lo que pasa y no logran entender el por qué de ese accionar (una cabeza visible de ese grupo lo es el economista Rolando Cordera) que, en apariencia, está conduciendo al gobierno actual a una crisis profunda que tendrá su expresión más negativa y profunda en las próximas elecciones de 2021, en donde ellos consideran que arrasará el grupo conservador y reaccionario (símil pinochetista) de México Sí, todavía sin precisar en qué se basan sus razonamientos, que no sea aquello que, de manera eventual, sucede en la actualidad, en el hoy, que no necesariamente tiene que ser el mañana.
Como sea, es cierto, esos razonamientos de la pequeña burguesía asustada obligan a pensar, al menos, en dos cosas. Una, el recargamiento de decisiones en una sola persona es, para estas épocas, una práctica gubernamental inexplicable, pues dada la naturaleza de las situaciones problemáticas por las que se atraviesa (salud y hacienda pública), insistir en esa práctica es sólo seguir caminando hacia el abismo, en lugar de optar por decisiones colegiadas de expertos que certifiquen y avalen las decisiones gubernamentales. O se entiende que los tiempos del tlatoani presidencial terminaron o se quiere tronar como chinampina. La otra cosa a la que llevan a pensar los reclamos de la pequeña burguesía mencionada es algo que quizá no corresponda, en sentido estricto, a la 4T: ¿qué hacer en el futuro próximo para continuar con la transición más allá de AMLO? Si desde hoy eso, estratégicamente, no se piensa y aborda (sobre todo si hay resultados electorales adversos en el 21) es muy probable que para el 24, o antes, el país regrese a los brazos voraces de un capitalismo que no cesa, desde hoy y desde el 18, de reclamar los derechos que hoy, parcialmente, tiene perdidos entre nosotros.
Es mejor que los confundidos de estos días piensen en el qué sucederá mañana si hoy nos equivocamos (vale leer, de Lenin y Luxemburgo, sus escritos sobre el revisionismo).

*Profesor jubilado de la UPN/Ensenada
gomeboka@yahoo.com.mx

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