Sergio Gómez Montero*
El sol y la luna ya no tienen luz, la tierra está oscura;
el mundo de las mujeres se hunde en el abismo El sol y la luna/
ya no tienen luz, la tierra está oscura/;
el mundo de las mujeres se hunde en el abismo
Qin Jin: “Poema”
Las fuentes de las herencias malignas, hasta hoy, en nuestro país se han identificado dos, en lo básico: en lo económico, por los altísimos costos con que el sistema operaba (las mordidas, los moches, las igualas), y por el otro lado lo moral, que le había dado vuelo al despilfarro y la impunidad, habiendo dejado de lado, en el gobierno, todo principio de austeridad, He ahí por qué la polarización del ingreso, Había, en el mundo, pocos países como México, tan injustos, tan inmorales, tan dados al carajo.
Pero, aparte de las dos herencias antes mencionadas, había (hay) otra igualmente grave o más: la herencia política, que es la que alimenta incansablemente el deseo retomar el poder por parte –hoy más que nunca– por aquellos que directa o indirectamente, se veían favorecidos por el sistema social que le dio vida a los 38 años de neoliberalismo que padeció el país y que hoy, claman, suplican que ese neoliberalismo retorne al país. Tanto complotando indistintamente en el interior y el exterior del país, al amparo de que. hasta hoy, muy poco se ha hecho para frenar sus intentos de guerra blanca que incansablemente han empre ndido en contra del régimen de la 4T, a la que, desde sus inicios, en diciembre de 2018, no han podido dejar gobernar en paz.
Desde luego, hay razones históricas como coyunturales que explican el porqué de la insistencia hoy de los conservadores por o perder el poder. En el siglo XIX sabemos bien cómo fue que se dirimieron las cosas. En el XX, hasta hoy es más difícil explicarnos las cosas, porque la imagen de una revolución mexicana triunfante hace que nos olvidemos de la verdad de ese hecho social: la revolución mexicana fue un movimiento social dividido, en donde la parte que perdió (el anarcosindicalismo) fue desterrado del poder paulatinamente por las franjas burguesas y pequeñoburguesas de ese movimiento,, y por eso es que, hasta hoy, los conservadores (burgueses y pequeñoburgueses) luchan, de manera ardua, por conservar el poder, precisamente ahora, cuando el populismo nacionalista de López Obrador ysu 4T buscan darle fin al neoliberalismo.
Si bien es cierto que hasta hoy, con todo y la pandemia, se ha podido avanzar para darle fin a la corrupción y a la impunidad –al margen de que falten grandes tramos por recorrer–, en términos de cuestiones políticas realmente muy poco se ha podido hacer para frenar los ataque incesantes de un conservadurismo que hoy]\-, de manera desembozada lanza sus ataques aliada abiertamente con fuerzas externas (dígame usted, qué carajos anda haciendo el BID acá, si nadie lo invitó, sin que su caridad interesada y cómplice a nadie realmente va a beneficiar, sino que sólo sirve para hacerle el caldo gordo a los grupos empresariales del país .
Argumentan quienes ven todo mal con AMLO, que su respuesta a la presencia del BID en México no fue la de un estadista, sino la de un buscapleitos que sólo así sabe operar. Puede ser. Puede ser que también no se sepa hacer el nudo de la corbata. Pero el que dejó claras las cosas, las dejó y sobre todo permitió dejar claro que, en el terreno político (aunque MORENA se quede calladito) también allí se sabe dar la lucha.
Ah, tiempos de casa (extraño los desayunos con los compas); pero tiempos también de pensar enserio, muy en serio señor de Hoyos Walther.
*Profesor jubilado de la UPN
gomeboka@yahoo.com.mx