viernes, abril 19, 2024

ISEGORÍA: La hora de los recules

Sergio Gómez Montero

Ya no importa cuán recto halla sido el camino,

ni cuántos castigos lleve a la espalda:

Soy el amo de mi destino, soy el capitán de mi alma

W, E. Henley: “Invictus”

 

Después del debate no mucho ha pasado, más allá de la victoria pírrica de Anaya y del descubrimiento, ese sí factual, de los hechos delictivos vinculados a lavado de dinero en Inglaterra y España en que se ha visto involucrado el mencionado Anaya. Delitos nada fáciles de tragar y por eso actualmente se mencionan como hechos que pueden ocasionar el que la candidatura de ese personaje termine en el piso, tomando en cuenta el rechazo que el personaje tiene en su propio partido y a nivel de Frente, lo que hace que se tambalee peligrosamente su candidatura. Aunque hasta hoy, el más significativo de esos recules es que uno de los grupos del dinero en el país exigió casi que llevara a cabo la declinación del candidato del PRI para que, de tal forma, se diera una contienda más pareja entre los dos candidatos con más posibilidades: el de la alianza PAN, PRD, MC Por México al Frente contra Morena (Juntos Haremos Historia) cuyos momios en términos de encuestas los ubican a ambos en los primeros lugares, aunque a Morena muy por encima de Anaya, y de allí su recomendación para que Meade se decida a declinar ya a su nominación. Así, abiertamente, a fin de dar paso a una supuesta pelea más pareja AMLO contra Anaya.

Por supuesto, Meade se niega enfáticamente a aceptarlo, lo mismo que EPN, quienes piensan que aún el fraude puede surtir efecto y una recuperación “milagrosa” operaría a favor del PRI, que no de su candidato (ojo, esta última frase sería muy significativa).

Por el lado del Peje los recules vienen de ladito y los protagonistas son Taibo II y Marcelo Ebrard, quienes, uno, desde su posición de escritor asusta con expropiaciones. Mientras el segundo los niega enfáticamente como si hiciera falta hacerlo (Paco Ignacio parece que no conoce a AMLO). Esa lucha interna nada serio (protagonismo puro) implica: echarle sólo un poco de sal a la contienda, como sal fue lo que el lunes soltó Anaya al negar que no hay las obvias negociaciones cupulares que desde tiempo atrás se dan entre Diego Fernández de Cevallos (por encima de Anaya y de su Frente) y Carlos Salinas (por encima de EPN) por si consideran esa vía para vencer a su enemigo López Obrador por encima de la ley, como lo hicieron ya hace doce y seis años atrás.

En fin, en los recules más significativos lo que hay de por medio es mucho. En el más significativo, en el de Meade, está de por medio el PRI, quien cree, sus cuadros más significativos, que ello puede otra vez colocar en palestra al Partido como tal y a uno de sus cuadros como figura milagrosa recuperando para su organización, en última instancia, la Presidencia ahora perdida. Un verdadero milagro. En el segundo caso, el milagro se ejecutaría vía las negociaciones cupulares, también violatorias de la ley y obviamente fraudulentas.

Vía la ley, pues, nada hay que hacer. ¿Por qué seguir insistiendo en el  fraude  tanto Por México al Frente (Anaya) y Todos por México (Meade) para emperrarse en ganar una Presidencia del país que ya tienen perdida?  

*Profesor Jubilado

gomeboka@yahoo.com.mx

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